No pretendo molestaros

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Yui Shin

lunes, 31 de agosto de 2015

EL EQUILIBRIO DE LA VIDA


          Generalmente todos buscamos el equilibrio en nuestras vidas, en todos sus aspectos, en todas sus circunstancias, pero el equilibrio deseado no suele ser el mismo de una persona a otra, de un grupo a otro, de una especie u otra.
          En su forma más simple y heredado de oriente, hemos encontrado que el equilibrio deseado se define como el del Yin y el Yang, el equilibrio de las dualidades, aún sabiendo que los ingredientes, los parámetros, que entran en cualquier equilibrio son infinitos.
          Buda dice que no existe en las manifestaciones de la Vida algo que intrínsecamente y en sí mismo, sea absolutamente malo o bueno, que una de las razones es por la inexistencia de un ego (anatman, anatta) como entidad de las cosas, que todo lo creado carece de ego. En la Vida es aceptado que Todo, si es mirado o percibido, tiene una mitad Yin y la otra Yang, especificando que esta denominación depende siempre, del punto desde donde observamos, no del objeto observado.
          La dualidad más conocida, trabajada, pensada y estudiada es: “El Bien y el Mal”, explicada y regulada en religiones, filosofías, reglas de convivencia y en cuanto a lo que es conveniente a nuestra supervivencia, lugar desde donde principalmente se mira esta dualidad.
          El problema para analizarla es, que es difícil ver algo en profundidad si no se analiza sin intereses propios o ajenos. No es posible ver la realidad, si ponemos condiciones y deseos en el resultado, no es posible entender la condición de bueno o malo, o el equilibrio de la Vida, si el resultado tiene que ser que nosotros somos el centro de este equilibrio, que si no es beneficioso para nosotros es desequilibrio o malo.
          Si el hombre desaparece de la Tierra, es malo para él, bueno para casi todo lo demás. No puede ser bueno para todos los demás, porque tiene que haber mitad Yin, pero obviamente muchos animales y plantas vivirían con más tranquilidad. Que pongamos más policías sería bueno para muchos ciudadanos y malo para otros. Que hubiese buenos políticos sería bueno para muchos y malo para muchos.
          Nosotros vemos que las mitades a veces son diferentes, que una es más grande o pesada, o diferente, porque los parámetros que analizamos son muchos, pero no infinitos, infinito sería una pequeña parte de lo que habría que analizar para obtener el resultado correcto. Vemos que unas veces la mitad oscura del día es mayor que la de luz, y otras es al contrario, pero no tenemos en cuenta el resto del Universo, los diámetros y las distancias, las posiciones relativas y absolutas de los objetos que intervienen, al final la duración de la luz y la oscuridad son las dos mitades del día.
          La Vida en sí misma no percibe mitades, ni ego, ni separación, razón por la que no sabe de equilibrios o desequilibrios, ni de Vida, es por lo que Ella nunca se desequilibra en ninguna de sus manifestaciones, porque simplemente acepta y se entrega a lo que existe o no, en el ahora. Siendo cada cosa lo que es como resultado final, el equilibrio está garantizado. La desaparición de las especies, la aparición de enfermedades, los cataclismos, los años de bonanza para una parte de la vida que observamos o los de decadencia, nunca es por desequilibrios, es el resultado de equilibrio del Absoluto de la Vida. Nosotros al mirar una sola parte, desde nuestro propio interés, con datos y parámetros finitos, vemos un desequilibrio, que simplemente muestra la falta de confianza, en lo que lleva billones de años existiendo equilibradamente.
          Para equilibrar también nuestras vidas, nuestro pequeño universo, debemos equilibrar los dos aspectos de: malo-bueno, correcto-incorrecto, me gusta-me disgusta, el bien-el mal, Yin-Yang.
          Debemos aceptar tanto odio o indiferencia, como amor deseamos. Tanta pobreza como bienestar. Tanta guerra como paz. Tanta hambre como alimentarnos suficientemente deseemos. Tanta injusticia como justicia deseemos.
          La Vida siempre está en equilibrio porque no diferencia entre las polaridades, intrínsecamente no hay algo que pueda decirse bueno o malo o poseedor o ser poseído por un ego, como dice Buda. Es por ello que al aceptar la existencia de lo contrario a nuestros deseos, la Vida no lo manifestará, sino que será la consecuencia de cómo vivamos y alcancemos nuestros deseos, porque la polaridad en las consecuencias o manifestación de lo bueno, depende de nosotros. Al tratar de impedir el equilibrio con la no aceptación de lo malo, este tiene que equilibrar el bien manifestándose como mal.
          Vivir en la Luz, no es posible si negamos, ocultamos o tratamos de destruir la oscuridad. Vivir en la Luz, es, "Siendo Luz iluminando la oscuridad".


1 comentario:

  1. The sun moon ying yang image you are using is my original artwork. Please credit artwork to Lisa Wilkinson. No permission is given for commercial use. Lovely blog by the way.

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