No pretendo molestaros

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Yui Shin

viernes, 20 de noviembre de 2015

LA TAZA DE CAFÉ ZEN


          Según mi archivo este es el escrito con el número 600 de la página, por lo que me gustaría escribir acerca de lo que pienso que es el concepto de Zen, como concepto de Ser, no difiere mucho de los demás conceptos de Seidad en lo Absoluto o lo que llamamos Todo, pero es desde el trabajo de mi Maestro, lo que yo percibo en Él.
          Lo primero que llamamos al Zen es “práctica o camino”, siendo lo que nosotros realizamos en nuestra percepción dual, es algo erróneo desde el propio Zen.
          Decimos que es un estado de No-Mente, pero es Ser Mente, lo que nos lleva a ello.
          Creemos que debemos esforzarnos, conseguir, llegar a un lugar donde se vive el zen, que en lo que no percibimos raciocinio viven en él, al no ir cargados y movidos por la mente.
          Pensamos que hay un estado en el que la mente se silencia o se para, que deja de existir para llegar al Samadhi, al estado de Silencio de la No-Mente, pero no es un estado o meta donde podamos ir.
          El vivir en el Zen no es cuestión de: percibir o no, pensar o no, dualidad o absoluto, saber o ignorar, es una cuestión de Ser, no nada raro, difícil, lejano, diferente o parecido a algo que conocemos, pensamos, deseamos o nos han enseñado. Es una cuestión de Ser lo que no podemos evitar, “Lo que somos”. Dentro de que es inevitable, no es tampoco algo que por ser, no hay que realizar un esfuerzo al estar inmersos en la dualidad, como decimos muchas veces: “No hay nada más complicado que lo simple, lo que nos cuesta ver, es muchas veces lo obvio”.
          ¿Cuál es el Zen de una taza de café?.
          Se han publicado bastantes libros acerca de, “El o La ………, y el Zen”. Pero realmente no hay algo “Y” el Zen, porque el Zen es nuestro Ser.
          Cuando somos taza, podemos percibir el calor, el sabor del café, su amargor, podemos saber si es de una mezcla o procedencia, si tiene azúcar o leche, si está mezclado con algún licor. Pero solamente podemos percibirlo desde “Ser taza”, nunca, “Siendo taza de café”.
          Pero podríamos percibir el plato, la mesa, el aire, la luz, la persona que nos bebe, ….. Pero, ¿Qué objeto tendría una taza de café, si no es bebida?, ¿Cómo ser una taza de café, sin: agua, fuego, alguien que lo haga, sol, tierra, cerámica, aire?, podríamos seguir hasta poner todo cuanto es necesario para que exista esa simple taza de café.
          Podríamos estudiar sus sabores, olores, conocer todos los tipos y posibilidades de preparar un café, todas las formas y composiciones de una taza, podríamos estudiar e investigar todo cuanto puede ser contenido en una taza. Al final una taza de café, solamente puede contener café.
          Pero en todo este planteamiento estamos contemplando la “Taza de café”, hemos olvidado que “Somos la taza de café”.
          Por eso todavía no hemos llegado al Zen, el llegar no cambiará que sigamos siendo “Una simple y sencilla taza de café”, por eso podemos ser bebida, por eso hemos olvidado lo que somos.
          En esa taza está nuestra procedencia antes del comienzo del tiempo y el espacio, de la dualidad, de la percepción del Universo, en ella tiene que estar nuestro Origen, nuestra Cara, nuestra Naturaleza Original, en ella está nuestro camino hasta el último ahora, porque no podemos excluir nada de lo que somos en este ahora.
          Cuando no somos conscientes, sino Consciencia de lo que Somos, Consciencia de Ser, Seidad, es el comienzo de la vuelta a casa, para lo que lo único necesario es ser lo que siempre hemos sido una simple y sencilla taza de café.
          Siendo Zen, en ella están: Todas las plantas desde el principio, el sol y la lluvia, los animales que abonaron y eliminaron las ramas secas, el viento que hacía volar las hojas, la tierra donde se hunden las raíces, todo cuanto ha existido y todas las circunstancias, la arcilla, la porcelana, el alfarero, el fuego, quien nos bebe, la mesa donde descansamos. Porque podemos ser una taza de café, algo que no podemos impedir.
          Pero Ser una taza de café Zen, solamente lo somos, cuando todo lo demás es taza de café. No podemos tener percepción de ello, porque somos la Consciencia de Ser Todo lo que Es la Taza de Café.



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