Aunque la Verdad es Eterna, la
Enseñanza Inmutable, estas son palabras que explican el Nirvana, el Cielo, el
Paraíso, el Regreso al Todo, la Unión en el Atmán, la Disolución en lo
Absoluto, hace miles de años, a personas con una cultura, conocimiento y
conceptos de hace miles de años. Que hoy en día sean tan actuales como
entonces, que se haya progresado en crear más conceptos en lugar de penetrar en
ellas, que no seamos capaces de entenderlo y solamente ha aumentado la duda en
lugar del conocimiento, puede indicarnos la visión de quien fue capaz de
percibirlo con esta claridad.
Capítulo XIII, El Nirvana
ENTONCES MAHAMATI le dijo al Bendito: “Te imploramos nos hables
acerca del Nirvana.”
El Bendito replicó: “El término Nirvana es usado con muchos significados, por diferentes personas,
pero esas personas pueden estar divididas en cuatro grupos: Están las personas
que sufren, o quienes están temerosas del sufrimiento, y lo que ellas piensan
del Nirvana; están los filósofos que tratan de discriminar el Nirvana; está la
clase de discípulos que piensa acerca del Nirvana en relación con ellos mismos;
y finalmente está el Nirvana de los Budas.
Aquellos que están sufriendo o que temen al sufrimiento, piensan en
el Nirvana como un escape y recompensa. Ellos se imaginan que el Nirvana
consiste en la aniquilación futura de los sentidos y las mentes-sensoriales; no
son conscientes de que este mundo de vida-y-muerte y el Nirvana no están
separados. Estos ignorantes, en lugar de meditar sobre la no-imagen del
Nirvana, hablan de formas diferentes de emancipación. Ignorantes de esto, o no
entendiendo las enseñanzas de los Tathagatas, se agarran a la noción del
Nirvana que está en el exterior, lo que es visto por la mente y, por lo tanto,
continúan girando ellos mismos alrededor de la rueda de la vida y la muerte.
En cuanto al Nirvana discriminado por los filósofos: verdaderamente
no hay ninguno. Algunos filósofos conciben que el Nirvana se encuentra donde el
sistema-mental ya no opera más, debido a la cesación de los elementos que
componen la personalidad y su mundo; o que se encuentra donde hay una
indiferencia absoluta al mundo objetivo y su impermanencia. Algunos conciben el
Nirvana como un estado donde no hay memoria del pasado o el presente, similar a
una lámpara cuando se extingue, o cuando una semilla se quema, o cuando un
fuego se apaga; porque entonces hay una cesación de todo el sustrato, lo cual
se explica o los filósofos como el no-surgimiento de la discriminación. Pero
esto no es Nirvana, porque el Nirvana no consiste en una simple aniquilación y
vacuidad.
Todas las
filosofías han creado un lugar final, donde todo retorna. Retornar significa
haber salido. Manifestarse y dejar de manifestarse implica que hay una
causalidad, que exista la causalidad hace necesario un objeto y un sujeto. Que
veamos esto implica un ego viviendo en la dualidad.
Podemos
pensar que todo termina por extinguirse, que no hay nada que transmigre, que no
hay nada esperando tras morirnos, que no existe un cielo, castigo o Nirvana,
donde ir, que no hay un Dios donde retornar, que no hay una Mente Universal,
que el Espíritu es inexistente.
Incluso esto
es la misma dualidad, nacer y morir, transmigración, causa y efecto de nuestras
acciones e inacciones. Llamémosle karma, vida, devenir, fatalidad o de
cualquier otra manera. Que pensemos que existimos en el tiempo o no, que hay
diferentes dimensiones, universo, mundos paralelos, todo ello implica dualidad.
Hay quien
piensa que extinguir todos estos mundos duales, todas las manifestaciones de la
dualidad, nos permitiría entrar en el Nirvana de la no-dualidad, lo que haría
una dualidad no percibida, pero dualidad.
Podemos
retornar a la Matrix, al Atmán, a Dios, al Todo, al Vacío, a la Nada, todos
ellos son nombres que nosotros hemos dado a un Nirvana, que es la Meta de
nuestras existencias duales, en Mara, en la materia. Pero tampoco, es el
Nirvana Eterno, el Nirvana de los Budas, de Buda, el Nirvana Real, donde
solamente la Sabiduría Noble sirve de Puerta. Es el campo, el espacio donde
existe el Mumoncan, la barrera sin puerta, la barrera sin barrera, la puerta
sin puerta.
Pensamos que hay una Naturaleza, que
alcanzaremos en Él, una Mente Pura, que existe solamente en ese Nirvana de la
Perfección, donde encontraremos una manifestación perfecta, por toda la
Eternidad. Nos centramos en alcanzar la no existencia del ego, prometemos pasar
a la Otra Orilla, al Nirvana, tras haber ayudado a cruzar a todos los seres. Tratamos
de vivir en el Samadhi, en un espacio donde no se vive el tiempo, ni el ego,
donde desaparece la dualidad, donde no percibimos el Universo y la Vida que nos
acogen.
Sin percibir, sin recordar que Buda es
Eternidad, Todo, Vacío, no siendo lo que significan esos nombres, sino la
Naturaleza, la Esencia que los originaron.
No hay mente que pueda separarse o
unirse a la Mente. No hay un Buda que
nos pueda crear o al que retornar. No hay un Nirvana donde pueda vivir o
existir Buda. No hay un Vacío que pueda ser o no ser Buda. No hay un Nirvana al
que ir, no hay nada que pueda salir o entrar en un Nirvana Inexistente, tampoco
si tuviera Existencia habría algo que pudiera ir, ni primero, ni último.
Por eso solamente hay un Nirvana de
Buda, en el que no se puede decir que hay o no-hay Buda, al igual que Nirvana. Buda
nunca fue al Nirvana, nunca pronunció una sola palabra, nunca existió algo que
pudiese ser llamado Buda, por eso nosotros buscamos el Nirvana, le llamamos
Buda. Pero no es en que responda o en encontrar o llegar al Nirvana, donde está
la respuesta.
Solamente cuando Todo Es Nirvana,
cuando Todo Es Buda, en el Vacío de la Seidad, sin poder buscar, Todo ha sido
encontrado.
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