No pretendo molestaros

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Yui Shin

viernes, 26 de febrero de 2016

"¡MEDITA!"


         El escrito japonés de la foto dice: "Todo es correcto, todo está bien, todo está muy bien".
          No importaba cuál era el conflicto, o si era un momento de regocijo, la llegada de buenas o malas noticias, ante cualquier circunstancia, el Maestro decía: “Medita”.
          Era el ungüento curalotodo, el milagro que arreglaba y permitía, que todo fuese para alcanzar la felicidad, para convertirnos en Buda, para llegar a la Iluminación: “Medita”.
          A veces, cuando estábamos contándole algunas vicisitudes que nos turbaban, nosotros mismos le decíamos al Maestro: “Me voy a Meditar”, muchas veces su respuesta nos llenaba de confusión: “Cuidado, si el primer paso se da en la dirección equivocada, cuanto más se camina, más nos alejamos de la Meta”.
          No importaba cuanto insistiésemos, preguntando si nuestra dirección era correcta o que nos explicase cuál era la dirección correcta: “Medita, nos respondía”.
          Había veces, recuerdo que al menos la mitad, que ante nuestra insistencia, simplemente señalaba con su dedo a la sala de Meditación, el Zendo. Allí y a solas le dabas vueltas a si la dirección que llevabas era correcta, si lo estabas haciendo bien, mientras te esforzabas por parar la Mente, como dicen en tantos sitios.
          Meditar es parar la Mente, es encontrar el Vacío, alcanzar la Iluminación, encontrar la paz. Cuantos más libros habías leído, cuantas más explicaciones te habían dado, mayor era la inseguridad y las dudas, acerca de si estabas en la buena dirección. Por qué, si estabas en la buena dirección: “Te dolían tanto las piernas, no parabas de pensar, te enfadabas con los otros, cada día tenías más dudas, y si no dudabas era porque habías entrado en el pasotismo, de que Buda lo arreglaría todo, que independientemente de las apariencias y de cómo pensabas, percibías y eras, “Todo era perfecto”, porque lo decía Buda y también el Maestro”.
          La Meditación nos dicen que es parar la Mente, pero la mente no puede dejar de pensar en por qué quieres pararla y nosotros no sabemos que la hemos parado si no se está moviendo. Un tren que no vemos o percibimos por algún medio, no sabemos si está parado o en movimiento. Al no moverse y no poder percibirla, tendremos que pensar cuál de las dos circunstancias se ha dado, por lo que estará en movimiento.
          La Meditación profunda, nos lleva a existir en el Aquí y Ahora, según nos explican. Pero si no nos movemos, el Aquí deja de existir, si paramos la Mente, y paramos el Movimiento, desaparece el Ahora.
          Vamos a Meditar, para llegar a todos estos logros, sentamos en el zafu, todos nuestros deseos, nuestras ansias, nuestras expectativas y frustraciones. Demasiada multitud para encontrar la paz. Pero si no encontramos Paz, en esa multitud, ¿Cómo podremos vivir en paz?.
          No hay ningún Camino que sea Correcto, no nos podemos mover si no es fuera del Camino. No podemos encontrar nada correcto meditando. No podemos Iluminarnos por meditar, no podemos parar la mente, ni situarnos o alcanzar el Aquí y Ahora.
          Mi Maestro ante cualquier tribulación nuestra, independientemente de su naturaleza, señalaba con su dedo hacia el Zendo, o decía un escueto: “Medita”. Otra contestación era “Ima, Koko, Aquí y Ahora”.
          No podemos llegar al Ahora si no vivimos, no podemos estar Aquí si no nos movemos, no se puede parar una Mente sin que esté en Movimiento, no podemos movernos en el Camino, no podemos caminar en el Camino Correcto, no podemos Meditar si meditamos, no podemos alcanzar nada que no seamos o donde estemos.
          Mi Maestro decía señalando con su dedo: “El zendo Medita, el cielo Medita, el Dedo Medita, tus preguntas Meditan”, nosotros nos íbamos a practicar Meditación creyendo que estábamos meditando. Solamente sentándonos, tratando de alcanzar nuestros deseos, nuestros sueños, parar la Mente, alcanzar el Vacío, ser Buda, encontrar el Aquí y Ahora.
          Cómo encontrar el Camino Correcto, buscando y tratando de llegar a Él. Un Universo en estado meditativo, que por ser lo que Es, existe en profundo Samadhi, en el que Eternamente nace y muere el Ahora, en el que su Eterno Movimiento, nunca le mueve de Aquí.
          Buscando, esforzándonos por no caer en el camino incorrecto, tratando de no alejarnos de la Meta, no vimos que el dedo solamente señalaba lo obvio: “Eres Meditación, eres el Aquí y Ahora, eres la Mente Inmóvil de Eterno Movimiento, eres el Camino, si caminas, siempre será fuera en lo incorrecto".
          Por no haber explicaciones, no habiendo respuestas, solamente señalaba el dedo del Maestro.



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