En las frases
del Dahammapada, encontramos, ordenadas por capítulos referencias a diversas vicisitudes
de nuestro día a día. Son simples, alegóricas y la mayoría de las veces han
sido pronunciadas en contextos más amplios, que probablemente definirían más el
significado o en qué situación habían sido empleadas.
Al aislar las
frases, que por su significado y uso común, han sido repetidas en bastantes
ocasiones por Shakyamuni, ampliamos su alegoría al entendimiento que las
situaciones personales nos han dado a cada uno. Siempre hay que ser conscientes
de que, han sido traducidas de un idioma, muy diferente y en una situación
social y una sociedad muy diferente a las nuestras.
El capítulo
tercero nos habla de la mente, de esa que Shakyamuni nos pone como caballo
desbocado que arrastra nuestra vida. La mente que discrimina, la que hace que
nos identifiquemos con lo que ella percibe, en lugar de ser consciencia de lo
que somos, no es el concepto de mente racional y la que nos proporciona el
entendimiento del entorno y de lo que creemos ser, sino la mente que al separar
las individualidades, para poder analizarlas y compararlas, crea el sentimiento
de separación, origen de ser la mente conducida por el ego, en lugar de
herramienta para retornar a la Sabiduría.
DHAMMAPADA - CAPITULO III, LA MENTE
1. Así como el arquero, con
gran cuidado y destreza endereza una flecha, de modo similar, el sabio
pacientemente endereza su mente1, la cual es vacilante, inquieta, inestable,
difícil de sujetar y difícil de controlar.
3. La mente es difícil de sujetar; es movediza,
siempre corre hacia donde más le agrada. Trata de controlarla, porque una mente
controlada conduce hacia la Real Felicidad.
4. La mente es difícil de
subyugar; ella es extremadamente sutil y tiene el hábito de correr detrás de
sus fantasías. El sabio debe vigilarla atentamente; una mente controlada
conduce hacia la Real Felicidad.
6. Aquel cuya mente carece de
firmeza, que ignora los preceptos de las Enseñanzas Sagradas, que es inestable
e inquieto, jamás podrá alcanzar la Sabiduría Perfecta.
9. Recuerda siempre que la
vida humana es muy breve; en un abrir y cerrar de ojos, tu cuerpo, ya sin
conciencia, yacerá sobre el suelo, con tan escaso valor como un trozo de leña
arrojado, al azar, al borde de un camino solitario.
10. El daño que un enemigo puede causarle a otro,
o el que pueden hacerse dos personas que se odian es muy grande, pero es
pequeño comparado con el daño que puedes hacerte a ti mismo si tu mente está
mal direccionada5.
La mente, es
la herramienta que ha sido desarrollada para analizar y comparar lo que es
percibido, por su propia naturaleza, tiene un ahora diferente a los demás,
puesto que algo tiene que suceder y ser percibido para ser analizado y
comparado. Al identificarnos con la mente, estamos inmersos y viviendo en algo
que ha sucedido, en el pasado de nuestra existencia en otro ahora, en el que realmente
estamos existiendo.
Al tomar como
realidad el mundo mental, en el resto de nuestras herramientas de percepción,
surgen las dudas, la inquietud y la inestabilidad, puesto que confundimos lo
que algo es, con la percepción que nuestra mente realiza, por medio de lo
percibido por el resto de receptores. Algo que confunde a lo que somos, pues en
nuestro fuero profundo, sabemos que las cosas no pueden ser lo que percibimos,
que nosotros no somos lo que percibimos o pensamos ser, sino “Lo que Somos”. Que
sería nuestra Realidad.
Shakyamuni nos
habla continuamente de controlar, dominar la mente, algo que al igual que
cualquier palabra pronunciada por el Maestro, deberíamos entender y comprender,
no desde lo que nosotros entendemos o comprendemos, sino desde la Gran Duda,
desde la interrogación continúa que nos lleve a comprenderla desde la posición
del Maestro, no desde la nuestra. Por ser su entendimiento, no podremos actuar
desde el entendimiento, por lo que tendremos que esforzarnos por hacer nuestra esa comprensión que el Maestro, que Shakyamuni, trata de expresar al decir:
controlar, dominar, puesto que en su enseñanza de Compasión y Amor, no existe
algo como el dominio, la imposición, la supremacía, al no haber, discriminación, ni ego.
No hay una mente que sea mía, no hay un
cuerpo que no exprese a la vida, incluso estando muerto. Es la propia mente que
al creer hacerla nuestra, nos esclaviza. Es la propia mente la que al tratar de
dominarla, nos dice y lleva a la discriminación, al deseo, a la pelea por dominar
a una parte que vemos fuera de nosotros y tratamos de dominar, para pasar a ser
dominados por ella desde su servidor más fiel, el propio ego, que necesita de la
separación de las individualidades para existir.
Controlar la mente, es dejarla hacer
su función en libertad. Utilizar correctamente una herramienta es, permitir y
guiar su función para que trabaje correctamente y se realice como mente. No es
dominarla y privarla de su libertad o usarla para nuestra conveniencia.
La Vida, defiende y provee de Libre Albedrío
y Libertad a cada una de sus individualidades, las hace a cada una única y
diferente al resto, todas sus leyes son para proteger a la Individualidad,
porque cada una de sus individualidades es Única, Una, Diferente,
Independiente, Absoluta, porque sin ello, la Vida dejaría de Ser: Única,
Indiferenciada, Absoluta, Todo. Porque defiende en cada una de sus
individualidades su Libertad e independencia, la Vida es Libertad en su
Absolutez, porque la Vida defiende con sus leyes la Diferencia de sus
individualidades, Ella es Indiferenciada y carente de Discriminación.
Nosotros intentamos dominar, defender
nuestra libertad, para vivir en esclavitud.
Shakyamuni, usa las mismas palabras
que nosotros usamos, pero no sabemos con qué entendimiento. Por eso nos dice que
debemos vivir y comprender en la “Gran Duda”, hay que ver desde todos los
puntos, no para comprender, sino para ser Uno con lo observado.
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