El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Valencia está
dispuesto a llevar la paridad hasta a los semáforos. El próximo lunes, víspera
del Día de la Mujer, se instalará el primero de los 20 que tienen previsto
colocar por toda la ciudad en el que la señal que marca el paso de los peatones
será la silueta de una mujer con falda.
"La gestión de la movilidad hasta ahora no solo
discriminaba a los peatones frente a los coches, sino también a las mujeres
frente a los hombres. Con esta medida pretendemos promover políticas
igualitarias también desde los semáforos", explica Giuseppe Grezzi,
concejal de Movilidad Ciudadana.
Con lo que solamente se discriminará a la mujer que usa pantalones.
Siempre había
creído que la Naturaleza hacía las cosas diferentes por algo, la verdad es que
nunca me he preguntado por qué. Hace el cielo azul y grande para que podamos
ver las nubes blancas, los campos verdes para que veamos las flores
multicolores, las montañas altas para poner valles entre ellas, ha hecho machos
en casi todas las especies y hembras, su igualdad es que son todos diferentes,
su diferencia es de donde nace la aceptación y el respeto.
Lao Tze decía
que: “Al conocer lo bello como bello, todos conocen la fealdad en
el mundo. Todos saben que el bien es el bien y entonces conocen el mal. Así es
como: Ser y no-ser se engendran uno a otro. Lo difícil y lo fácil mutuamente se
integran. Ancho y angosto se forjan uno a otro. Alto y bajo se corresponden uno
a otro. Voz y tono se armonizan uno a otro.”.
Según el Tao Te
King, al menos como yo lo entiendo, cuanto más nos esforcemos en imponer la
igualdad, más destacará la desigualdad, es algo tan simple como el Yin y el
Yang.
Me pregunto
si las asociaciones pro-igualdad de: mascotas, personas con capacidades
especiales, niños y niñas, movilidad reducida, etc., no exigirán que también estén
representados en los semáforos, así como
que se ponga niños, niñas, mujeres, hombres y mascotas, con una cinta o pañuelo
arco iris en la cabeza. También habría que poner diferenciaciones por
religiones, no sé si por profesiones.
Al final
todavía no entiendo a lo que le llaman paridad los políticos, si se refieren a equilibrio
e igualdad de lo diferente, o simplemente son las “paridas que se les ocurren”, en cuyo caso pienso que sería más
correcto llamarlas: “Leyes de paridez”.
Si en lugar
de entretenerse en ver a quien se le ocurre la parida más ocurrente, se
dedicasen a solucionar los problemas de los ciudadanos, probablemente se les
habría ocurrido poner una luz verde y otra roja, sin figuritas, lo que
probablemente abarataría los semáforos, con la consiguiente mejora de otros
servicios o la bajada de impuestos.
La mejor
igualdad es la aceptación de las diferencias, y eso se consigue con una buena
educación, en lugar de adoctrinamientos. Me parece que el amaestrar mascotas a
base de pequeños detalles y repetición de acciones y recompensas, es un buen método,
educar a la gente impidiendo que puedan razonar y llegar al respeto desde la
libertad, me parece que se trata más de controlar, que de servir al pueblo.
En aras de la
igualdad y solamente pensando como político, se me ocurre, que podría promoverse una ley de igual-da, para que pudiésemos aprender las dificultades y problemas
del otro: Ley de Igual-da, o de Paridez”
“Se decreta
que durante un millón de años, todos los varones que nazcan, tendrán que tener
vagina, matriz y pechos, para compensar e igualarse con la mujer que lo ha
hecho durante otro millón”.
"Por igual
motivo, todas las féminas que nazcan, lo harán con pene, testículos, sin matriz
y sin pechos.
Por lo que
aprenderemos a ser más iguales, todo aquel o aquella que no lo aprenda será
condenado o condenada, a seguir igual otro millón de años”. Firmado y
rubricado: “Los políticos”.
Pobre Vida, pobre Humanidad, pobre Libertad, pobres de nosotros que no hemos aprendido el “más mínimo” respeto.
No sé si es
cuestión de educación o es que hemos nacido para ser gente, sin posibilidad de
humanizarnos. Respeto, aceptación, desiguales, individualidad. Todavía no sé, qué
es lo que no hemos entendido.
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