No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

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Yui Shin

viernes, 15 de abril de 2016

CREANDO LA PERFECCIÓN

          Sería complicado imaginar cómo sería nuestra vida, si todo este tiempo hubiésemos vivido en el Paraíso. Qué especies existirían, si las condiciones en nuestro lugar de existencia, hubiese sido el ideal. Podríamos incluso llegar a preguntarnos, si tan siquiera habría sido posible la propia evolución.
          Dios nos permitió el “Libre albedrío”, no solamente a nosotros, sino a cuanto expresase la manifestación de la Vida, porque la Libertad es inherente en la Naturaleza de la Vida, todo cuanto manifiesta la Vida, tiene como Naturaleza la Libertad.
          La manifestación de esta Libertad, podemos contemplarla, en: “La evolución, la autodefensa de la individualidad, el sistema inmunológico de todas las individualidades, la autoestima y respeto por sí mismas de las individualidades, etc.”. En general, podemos ver ésta Libertad en la manifestación y defensa que cada individualidad, hace de su espacio, de su lugar en el Universo, de su esfuerzo por adaptarse a las circunstancias y poder seguir manifestando la Vida, que es realmente la aceptación de su propia responsabilidad, como individualidad.
          En la siguiente historia, vemos el tipo de vida que buscamos, la facilidad, la no aceptación de nuestras acciones y actitudes al vivir las circunstancias. Pensamos que si logramos la perfección para conseguir la vida deseada, todo sería correcto, al no haber nada a lo que hubiese que enfrentarse, nada que implicase esfuerzo, nada que cambiase nuestra voluntad o deseos, podríamos existir en completa felicidad.
DESAFÍO.- Oí una parábola antigua. Y debe ser muy antigua porque en aquellos días Dios acostumbraba a vivir en la tierra.
Un día un viejo campesino fue a verle y le dijo: “Mira, tú debes ser Dios y debes haber creado el mundo, pero hay una cosa que tengo que decirte: No eres un campesino, no conoces ni siquiera el ABC de la agricultura. Tienes algo que aprender”.
Dios dijo: “¿Cual es tu consejo?”.
El granjero dijo: “Dame un año y déjame que las cosas se hagan como yo quiero y veamos que pasa. La pobreza no existirá más”.
Dios aceptó y le concedió al campesino un año. Naturalmente pidió lo mejor y solo lo mejor: ni tormentas, ni ventarrones, ni peligros para el grano.
Todo confortable, cómodo y él era muy feliz. El trigo crecía altísimo. Cuando quería sol, había sol; cuando quería lluvia, había tanta lluvia como hiciera falta. Este año todo fue perfecto, matemáticamente perfecto.
El trigo crecía tan alto….que el granjero fue a ver a Dios y le dijo: “¡Ah Mira! esta vez tendremos tanto grano que si la gente no trabaja en diez años, aún así tendremos comida suficiente”.
Pero cuando se recogieron los granos estaban vacíos. El granjero se sorprendió. Le pregunto a Dios: “¿Qué pasó, qué error hubo?”.
Dios dijo: “Como no hubo desafío, no hubo conflicto, ni fricción, como tu evitaste todo lo que era malo, el trigo se volvió impotente.
“Un poco de lucha es imprescindible. Las tormentas, los truenos, los relámpagos, son necesarios, porque sacuden el alma dentro del trigo”.
La noche es tan necesaria como el día y los días de tristeza son tan esenciales como los días de felicidad. A esto se le llama entendimiento. Entendiendo este secreto descubrirás cuán grande es la belleza de la vida, cuanta riqueza llueve sobre ti en todo momento, dejando de sentirte miserable porque las cosas no van de acuerdo con tus deseos.
          Queremos que sea Dios, quien nos permita conseguir cuanto deseamos, que nos evite los conflictos, los problemas, que nuestros deseos encuentren oposición. Queremos que el Universo funcione de acuerdo a nuestros deseos y caprichos. Que todo cuanto existe esté a nuestro servicio, a facilitarnos nuestra existencia. Deseamos que nuestra sabiduría, nuestra felicidad, nuestro bienestar, cuanto nos rodea, simplemente funcione con nuestro pensamiento, nuestro deseo.
          Olvidamos nuestra Naturaleza de Libertad, que no existe en los derechos, en el cumplimiento de los deseos, en la ausencia de dificultades. Que solamente puede manifestarse en nuestra responsabilidad, en ser cada instante exactamente lo que hemos creado, aceptando la responsabilidad de creador. No hemos crecido en el Edén, lo hemos hecho en la Tierra, en las dificultades en la aceptación de nuestra responsabilidad, de crear con lo que hay en cada momento, en cada ahora.
          Sembramos nuestro ser en la Vida, y queremos recoger los frutos inmediatamente. Olvidamos que nada en la Vida, recoge sus propios frutos para sí mismos, sino que fructifica al servicio de los demás, al servicio de la Vida.
          No es hacer fructificar los campos, crearles un medio y vida perfectos, no es tratar de hacer crecer cuanto nos rodea para nuestro beneficio, lo que manifiesta nuestra Libertad, sino el fructificar, el esfuerzo por sacar el máximo rendimiento, de nuestra propia individualidad, al servicio de cada una y todas las individualidades, lo que permitirá que al abrir los granos estos estén totalmente llenos de Humanidad, permitiendo que todo lo malo, sea usado para bien.

          No es el perder una mitad, lo que hará homogéneo al Taijitu, sino la eterna unión del Yin y el Yang, lo que hace que el Taijitu sea Uno.


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