No sé de
quien es esta traducción del Mumon-kan, y mis comentarios obviamente se
refieren a lo que puedo leer, a lo que han sido traducidas sus palabras o sus
enseñanzas escritas por los discípulos de Mumon.
La Entrada sin Puerta. Prefacio de Mumon.
El budismo hace de la mente
su cimiento y de la no-entrada su entrada.
Ahora, ¿cómo atraviesas esta
no-entrada?
Es dicho, que las cosas que
pasan la entrada nunca podrán ser tu propio tesoro. Lo que es ganado por
circunstancias externas terminará deteriorándose.
Sin embargo, tal dicho
levanta olas cuando no hay viento. Esta cortando piel manchada.
En cuanto, aquellos que
tratan de entender a través de las palabras de otro, están golpeando a la luna
con un palo; rascando su zapato mientras que es su pie el que les pica. ¿Que
incumbencia tienen ellos con la verdad?
En el verano del primer año
de Jotei, Ekai (Mumon) estaba en el templo Ryusho como monje encargado,
trabajando con los demás monjes, usando los casos de los antiguos maestros como
ladrillos para golpear la entrada y llevar a los discípulos a sus respectivas
capacidades.
El texto fue escrito bajo
ningún plan u orden. Es solo una colección de 48 casos.
Un hombre con determinación,
sin cobardía se presionara hacia delante en su camino, sin importarle los
peligros.
Entonces ni siquiera Nata con
sus ocho armas podría molestarlo.
Hasta los cuatro Sietes del
oeste y los dos Tres del este rogarían por sus vidas. (Los Patriarcas hindúes y
chinos)
Si no se tiene determinación,
entonces será como vislumbrar vagamente a un caballo que atraviesa galopando
por una ventana: en un pestañeo se habrá ido.
Verso:
La Gran Vía no tiene entrada,
Miles de caminos la penetran.
Una vez que se atraviesa La
Entrada sin Puerta
Caminas libremente en el
universo.
Percibiendo
que el Zen no tenía puerta, Mumon no tuvo más remedio que construirla. Por lo
que para ayudar a los monjes buscadores del camino, usó como medio 48 casos de
los Maestros y Patriarcas llamados koans. Los que uso como puerta de acceso de
los discípulos para saltar al Vacío.
La puerta de
entrada para los que están fuera, la de salida para los que se sienten dentro.
Porque es en la impermanencia, es en el hacer “dentro fuera” y el “fuera
dentro”, en donde se situa la puerta, pero siendo puerta, ella nunca separa
a ambos, sino que es el lugar donde se unen, pues la propia puerta está
ocupando ambos lados.
Siendo la
puerta el Zen, obviamente no debería haber puerta si no hay nada que separar,
menos aún, cuando tampoco hay nada que unir. Una puerta que no podemos
atravesar, pues no
encontraremos el tesoro. Si
encontramos algo traspasando la puerta se deteriorará, se pudrirá, no nos será de
utilidad.
Pero si no
traspasamos la puerta, no levantaremos olas sin necesidad de viento. Es
imposible entender el Zen, es imposible que alguien pueda definirlo, enseñarlo.
Nunca lo encontraremos en las palabras, pero debemos de escuchar, necesitamos
la puerta para poder encontrar el Zen.
Necesitamos
dar todo lo que somos, todo lo que tenemos, usar no solamente nuestra
determinación, sino toda la determinación hasta extinguirla, para cruzar la
puerta que nunca encontraremos.
Porque sin
importar si entramos o si salimos, nunca podremos movernos de Aquí.
La Gran
Vía no tiene entrada, Miles de caminos la penetran. Una vez que se atraviesa La
Entrada sin Puerta Caminas libremente en el universo.
Todos los
caminos ocupando el Vacío Infinito del Zen, sin poder entrar o salir, ¿qué
necesidad hay de puertas?, ¿Dónde y quién, podrían ponerlas, en el Infinito
Vacío?, pero hay que atravesar la puerta, hay que encontrarla primero para
poder cruzarla, pero hay que encontrar ante todo, una entrada para poner la
puerta.
Todo es Buda,
dice Shakyamuni, tras buscar incansablemente, hasta que encontró “el no buscar”,
se encontró a sí mismo, cuando se diluyó en el Todo. Es cuando no se busca,
cuando se abandona el encontrar, cuando se olvida el Camino, cuando no hay
lugar donde colocar la Puerta, cuando eliminamos en nosotros, la posibilidad de
entrar y la de salir, cuando atravesamos la puerta del Aquí y Ahora, cuando
todo desaparece en Él, cuando realmente nos mostramos en el Universo, caminando
en la Seidad de Vacío.
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