Reflejo
es cuando algo se manifiesta o se percibe su acción en un lugar diferente al de
su aplicación real, una respuesta
involuntaria a un estímulo.
La
Reflexología es el método de modificar el funcionamiento de un individuo por medio
de una actuación o impulso en un lugar diferente de donde se manifiesta el
desajuste. Estos puntos están siempre conectados entre sí, bien sea por medio
del sistema nervioso, la linfa o la sangre, a nivel celular o energético, por
varios o todos ellos.
Estas conexiones se han ido
formando desde el principio de los tiempos, desde las bacterias hasta los
organismos complejos, pues son los canales por donde se comunican y equilibran
las energías para mantener una individualidad. El origen de la reflexología,
está precisamente en esta formación, y su funcionamiento nace del movimiento
natural de los órganos. El movimiento crea impulsos que son transmitidos a
través de estos canales, desde cada célula u órgano a todos los demás que
forman la individualidad de la que son parte.
Es
por esto que podemos decir que la Reflexología puede aplicarse en cualquier
aspecto o parte de una individualidad y su efecto será transmitido a la
totalidad.
Los
lugares del cuerpo que se suelen utilizar preferentemente, para realizar la
reflexología son: los pies, las manos y los oídos, si bien la más popular es la
reflexología podal.
Cuando
el movimiento se realiza andando, nace la Reflexología Podal. Al andar se
recibe un masaje automático que informa a cada órgano de su funcionamiento
actual en relación a todos los demás y su funcionamiento ideal a nivel
individual y en relación con el funcionamiento actual de los demás órganos.
Los pies están alejados de los órganos
vitales y la proporción entre sus partes es similar a las del cuerpo. Al
estar situados en la parte inferior del
cuerpo, las toxinas tienden a depositarse en ellos. La conexión a través del
sistema nervioso con el resto de los órganos es directa a través de la espina
dorsal, mientras que la de las manos pasa antes por el cerebelo.
La
forma básica de aplicar el impulso es por presión y masaje y puede ser aplicada
con poca presión y movimiento rápido para subir la energía o con mayor presión
y lento para romper tensiones o atascos energéticos.
El
masaje debe aplicarse siempre en su totalidad, pues la forma que tiene de
modificar el estado actual es el de tratar de equilibrar el organismo. El
impulso comunica la frecuencia de vibración o tono natural a cada órgano y este
trata de vibrar en su función a la frecuencia que le han indicado, como
individualidad y como parte del colectivo.
Las
energías no pueden ser utilizadas siempre directamente, por lo que en el mundo
material, las diferentes individualidades han ido desarrollando órganos, para
poder hacerlo.
Los
órganos son centros, que utilizan y aprovechan energías de diferentes fuentes,
para nutrir y mantener la individualidad de la que forman parte. Cada órgano
está especializado en diferentes frecuencias y tipos de energía.
La
lucha por controlar nuestras vidas y nuestra salud, para que ambas sean a
nuestro gusto y deseo, genera innumerables factores, circunstancias y
condiciones, pero sobre todo esta pelea con la vida es el origen y causa de
nuestro dolor. Esta lucha es la culpable de los conflictos y dificultades que
nos impiden la felicidad y lo que consideramos buena salud.
En
mi opinión quizás el factor más determinante, sea uno que casi nunca lo parece
y nos olvidamos de tener en cuenta. Este factor determinante es la actitud con
la que afrontamos las vicisitudes y circunstancias de la vida.
Más
que las circunstancias, es nuestra actitud la que ha ido creando los órganos
que adaptan y hacen que podamos aprovechar las energías, es nuestra actitud la
que ha hecho el cómo y hacia qué evolucionamos y la forma y el tipo de
adaptación a las circunstancias en cada momento.
No son las dificultades de la vida las que hacen que aprendamos lo que
es correcto o mejor, o que con una vida fácil desarrollemos la fortaleza, sino
nuestra actitud ante la adversidad o la buena fortuna.
De
la misma manera que nuestra actitud desarrolló nuestros órganos, nuestros
órganos determinan también nuestra personalidad y con ello nuestra actitud
actual en las circunstancias que estamos viviendo. Esta corresponsabilidad hace
que podamos construir la vida y salud que deseemos a través de nuestra actitud.
En
la Medicina Tradicional China, son los órganos por parejas, los que filtran las
emociones, cada pareja está especializada pero no exclusivamente, en un tipo de
emoción, a la que filtra o define su manifestación. El tipo de filtrado que
realiza, define el manejo o forma en la que manifestamos nuestras emociones, lo
que influye a su vez en nuestra actitud. Un filtrado excesivo a nivel físico se
corresponde con una retención excesiva de la emoción correspondiente; un
filtrado deficiente hace que la manifestación de esta emoción sea deficiente,
creando incapacidad para sentir y vivir plenamente dicha emoción.
Las
emociones y sensaciones y nuestra forma de aceptarlas y vivirlas, son el origen
y desarrollo de la mente consciente y en la actualidad son además las que
desahogan y relajan las tensiones que se producen en ella, al ser ellas también
las que las producen.
Cada
persona muestra un equilibrio emocional único ante un momento y situación,
incluso ante una misma situación en momento diferente, una misma persona no
reacciona igual, y cada equilibrio hace que el aprovechamiento sea diferente.
Nuestra
salud está siempre determinada principalmente por nuestra actitud, y, tanto la
salud como lo que somos, es el fruto directo de nuestra vida, el cual es
siempre: justo, exacto, irrepetible e imposible de cambiar en el presente.
Cada
instante es irrepetible, origen y semilla del futuro y fruto del pasado, más
allá del nacimiento o muerte físicos, en el origen y final del tiempo.
A
pesar de que cada instante es inmutable e irrepetible en sí mismo, las
diferentes terapias, cada una de ellas y en su totalidad, tratan con su
filosofía, de que el futuro sea como queremos.
Todas
ellas son tan buenas o tan malas como a ti te vayan. Cualquier terapia sea del
tipo que sea, incluso la falsas, influyen en la salud del paciente, si te va
bien y te acerca a lo que deseas, es buena para ti.
Dentro
de la filosofía que anteriormente he tratado de explicar, en la terapia que yo
practico, la parte imprescindible es el amor a uno mismo, confiar y querer
hacer algo con el equilibrio actual, siempre desde la aceptación del presente,
en la seguridad profunda que con nuestro presente podemos crear el futuro deseado,
en la confianza de que independientemente de la polaridad, circunstancias o
estado en el que se manifiesta nuestro presente, siempre podemos realizar
nuestra meta, nuestros deseos y es la razón por la cual actuamos con la
seguridad y confianza que nos da nuestro amor.
El
terapeuta y el paciente son una dualidad, uno es el Yin y el otro el Yang.
El
trabajo del terapeuta es el de introducir un nuevo ingrediente, un impulso, con
el que el paciente, pueda modificar su realidad actual en la dirección que
desea. La función del terapeuta es realizar su trabajo, su actividad, dando y
entregando lo mejor de sí mismo, sabiendo y aceptando que él no cura, no
controla, no fuerza, no consigue el cambio en el paciente.
El
paciente trabaja, utiliza y aprovecha el impulso del terapeuta, para: cambiar
su actitud y su hacer para conseguir con su trabajo y esfuerzo cambiar su vida,
consiguiendo que se aproxime a sus deseos.
La
reflexología podal, al tratar de implantar el equilibrio natural a cada
persona, lo hace equilibrando los órganos y sistemas en el cuerpo, que a su vez
equilibran las emociones y liberan la mente. Este equilibrio y libertad
permiten que la verdadera naturaleza del individuo pueda fluir libremente no
produciendo atascos o desequilibrios entre los diferentes sistemas o
individualidades que lo integran.
El
patrón que sigue la Vida en su desarrollo es el mismo, independientemente del nivel en que se
manifiesta.
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