A veces me pregunto por qué la mayoría
de las religiones eligieron un Dios creador, que podía destruir el mal, que de
alguna manera era el dueño y señor de cuanto existía y el que determinaba su
continuación o desaparición.
Cuando me encontré con el Budismo,
pensé que era otra religión, posteriormente hay quien dice que es una filosofía,
una forma de convivencia social, que no tiene dios, ni hay un creador del
Universo o de la propia Vida en Él.
Cuando me encontré con mi Maestro,
comencé a enterarme de lo de la famosa dualidad, del Yin y el Yang, y fue el
comienzo de mi decisión de mirar el mundo y la Vida desde una perspectiva, no
se si budista, pero al menos lo que entendí del Silencio de mi Maestro, al
solamente entender las traducciones de sus palabras.
Que alguien cree, significa la
implantación de la dualidad, que alguien contemple a su creador, a su creación,
a la evolución, el cambio, que haya un nacimiento y una muerte, desaparición o
cambio, que exista el bien y el mal, significa que solamente estamos
contemplando la dualidad, que dios es solamente la mitad, cuando hay otra que
es el mal. Son unas pocas preguntas que pasaron por mi mente, antes de la
decisión.
¿Cómo puede haber un Dios Absoluto, o
un Absoluto que sea la mitad de algo?. Contemplar que al final (por lo que ha
habido un principio), el mal desaparecerá, destruido o simplemente se cortará
su alimentación o cambiará su dieta para transformarlo en bien, en el triunfo
del Espíritu. Naciendo la época de la espiritualidad, de la vida en el Paraíso,
en Dios, en la que viviremos eternamente felices, o que seremos salvados por
los seres de otros mundos paralelos, o de otras galaxias, que son seres de luz,
que nos mutarán u obligarán a convertirnos al Bien.
Me pregunté entonces, el por qué
Shakyamuni eligió el Vacío como Naturaleza de Buda, el por qué Buda no nos creó
a su imagen y semejanza, sino que desde antes del principio ya fuimos Buda, que
no solamente Buda no nos creó, sino que sin el hombre, sin la creación no
existiría Buda.
El Yin y el Yang, son las dos mitades
de una misma individualidad. No importa su tamaño, su naturaleza, su origen, si
tiene existencia o no, si hay una individualidad tiene dos mitades. Por lo
tanto existe en la dualidad o ella es parte de su Naturaleza.
Buda al cobrar existencia por nuestra
propia existencia, no tiene la suya propia. Sería la sombra necesaria que proyectaríamos
ante una luz, siendo esa luz donde nosotros veríamos su origen, pero realmente
es en la proyección de la sombra donde veríamos su manifestación.
Pero: ¿Cuál sería la mitad del Vacío,
de la Nada, de la Naturaleza de Buda, del lugar que hay antes de la posibilidad
de existencia del Todo?, difícilmente podemos percibir el Vacío, podemos
dividir lo que existe en Él, pero no el Vacío. Él no tiene individualidad perceptible de división,
de aumentar o disminuir, de crear o destruir, no tiene origen porque tiene que
ser anterior a la existencia de algo, no puede dejar de ser lo que es porque
algo exista en Él, siendo lo que es no puede negar ser lo que existe en Él. Como
Vacío no es existencia ni inexistencia, siendo algo solamente tiene Seidad de
Nada, su existencia depende de lo que se manifiesta en Él, al mismo tiempo que
nada puede manifestarse o existir, fuera de Él.
Me hubiera gustado preguntarle a mi
Maestro: ¿Por qué la Naturaleza de Buda es el Vacío, en lugar de la Grandeza
Universal?, es una lástima que Él no hablase español o que yo no hablase japonés.
Finalmente habríamos entendido cada uno las palabras del otro, pero el
Vacío solamente habla Silencio.
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