Es difícil
mirar en cualquier época de nuestro fracaso de formar una sociedad humana, en el
que no se vea las luces del adoctrinamiento de las masas, del pueblo.
Solamente en
cortos periodos, ha habido en algunas zonas, donde se ha intentado establecer
una sociedad con valores y amor a la cultura, incluso ha habido veces que se ha
intentado sembrar el amor al conocimiento.
Vemos que cualquier
tipo de enseñanza o valores sociales que se han intentado establecer para
intentar el florecimiento de la humanidad, rápidamente han sido sustituidas por
los adoctrinamientos de las sectas, de los poderes, en lo que lo importante ha
sido que se pierdan, los valores, la dignidad, el honor, incluso la capacidad
de pensar en libertad y sintiendo la responsabilidad sobre la manifestación
propia, el hacer, pensar y sentir propio.
Vemos el
terrorismo implantado en el mundo, en el que lo más nefasto es la cantidad de
gente, con estudios, con conocimiento, que han asistido a universidades, o al
menos tienen una titulación media, que pueden cambiarles el adoctrinamiento
social, por otro en el que no les extraña los valores que les dicen. Es algo
que debería hacernos pensar en los valores que estamos llevando a los métodos
de enseñanza, en los que no hay cabida para amar el conocimiento que nos pueda
llevar a la sabiduría, que no hay responsabilidad sumidos en pregonar derechos,
que no hay capacidad de mirar los hechos, las enseñanzas, los diferentes
adoctrinamientos desde una mente crítica, curiosa, con dudas, capaz de utilizar
los principios de humanidad y honor.
Vemos grupos
sociales, apoyados por gobiernos, que a veces recuerdan más el establecimiento
de las mafias, se crearon para proteger a los débiles, pero viendo las ventajas
que podían obtener se dedicaron a expoliar y apoderarse de cuanto les apetecía protegiéndose
en su falta de escrúpulos y de respeto por las vidas de los demás.
Hoy en día
vemos grupos de “okupas”. Que no les importa nada más que obtener sus
beneficios y deseos, grupos ideológicos que usan la violencia sin importarles
contra quien, simplemente para impones sus deseos y conveniencias. Se llaman
además del pueblo como los mafiosos, al que explotan y usan atemorizándolos
para que no opinen o protesten a sus imposiciones, al igual que las mafias, les
dan pequeñas limosnas, como permitirles a los niños hacerles los recados o el
menudeo, a cambio de dejarles estar cerca. Obviamente la enseñanza que
recibimos no nos habla o menciona, que para vivir con respeto, tolerancia y
responsabilidad de lo que creamos, hay que hacerlo con un mínimo de valores,
que obviamente no son los que nos están enseñando, imponiendo o nos inculcan en
el adoctrinamiento.
Vemos en
Cataluña las protestas por la bandera independentista, era la desaparición de
la democracia, el no poder llevar una bandera que no es constitucional y que
trata de dividir a la sociedad catalana y española. Vemos lo que hay con el
español, la información, la bandera española, el que cinco valientes patriotas
de la democracia, agreden, insultan, hieren y muestran su indignidad, con dos
Señoras que simplemente están informando que quien lo desee puede ir a ver los
partidos de la selección española en la copa de Europa.
No me importa
que personas adultas puedan tener ideas independentistas, me parece que es lo
contrario del camino hacia la humanización social, que es unir en lugar de
dividir o separar. Lo que no puedo entender es que a los niños se les adoctrine
y los padres, por muy independentistas que sean lo permitan, que no sean
capaces de defender la libertad de pensar de sus hijos.
Que personas
que no muestran dignidad en su gobierno, se dediquen a adoctrinar desde la
infancia, con tal de ser el máximo poder, para seguir robando al más puro
estilo mafioso. Que en su verborrea hablen de democracia y valores y muestren
tan poco conocimiento del significado de lo que hablan en sus acciones, me
parece normal, son políticos o sus palmeros adoctrinadores.
Lo que no
podré entender es, que los profesionales de la educación, los padres, el pueblo
en general, en lugar de intentar llegar al amor al conocimiento, traten de
imponer el adoctrinamiento al aborregamiento.
No se trata
de aumentar nuestras ideas, o nuestros ideales, sino el que todos podamos
llegar a la sabiduría personal, a la que no es simple conocimiento o saber
cosas o la cultura, sino el vivir tratando de hacerlo como seres humanos, como
herederos de la Tierra que crearon nuestros padres y creadores de la que recibirán
nuestros hijos.
No creemos un
rebaño de borregos adoctrinados, sin mirar lo que pensamos o lo que hemos
recibido, tratemos de crear un mundo de seres humanos, con una libertad creada
en la responsabilidad.
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