EL APLAUSO

          Hakuin Ekaku, pasó gran parte de su vida de enseñanza, preguntando a cuantos querían escucharle: ¿Cuál es el sonido de una mano al aplaudir?

          No importa lo que decía o lo que hacía, la pregunta era la misma aplaudiendo a la Vida: “Este es el sonido de dos manos, ¿cuál es el sonido de una sola mano?”.

          Qué mayor aplauso hay a la Vida que las manos en “gassho”, con las dos manos, unidas sus palmas, que puede ser escuchado desde la distancia, por todos los corazones.

          En cambio vitoreamos a la Vida, jubilosamente, estruendosamente, con el sonido de nuestros aplausos, dicen que el sonido es causado por las manos al unirse, las ondas de aíre movidas por el movimiento, llevan el sonido de dos manos. Pero ¿acaso hemos observado el aplauso?, o simplemente hemos mirado, visto y oído la acción.

          Las manos se acercan y se alejan, entre medias hay un choque de la una con la otra, que es lo que produce el estruendo, el aplauso, la euforia. No es dos manos que se unen, lo que produce sonido, perceptible y escuchable, el sonido de dos manos unidas en una como en gassho, es el amor.

          Todos podemos escuchar el latir de nuestros corazones, es suficiente concentrarse, emocionarse o hacer ejercicio y podemos escuchar el latir del corazón, su aplauso, su sonido. Pero no podemos hacer nada, que permita escuchar el sonido de lo que somos, de nuestro Ser, al menos es lo que dicen las leyes: “Nada puede percibirse a sí mismo, a su individualidad”. Es quizás por eso que para los oídos, para los sentidos, el sonido de dos manos unidas realmente, sin que exista choque entre ambas, simplemente unidas por el amor, sea percibido como silencio.

          Pero estos son sonidos de dos manos, unidas o chocando, actuando como una o tratando de unirse violentamente, incluso en estos casos, existe la pregunta de: ¿Qué sonido escuchan?, ¿el suyo, el de la otra mano, o el de la confrontación?

          Es natural que la Voz de la Vida sea el Silencio, que acoge cuantos sonidos son producidos por lo que vive. ¿Cómo si no podría acogerlos?

          Dicen que solamente en Silencio, podemos percibir la Vida, en la Consciencia.

          Las creencias son que lo que llamamos: Dios, Absoluto, Vida, Buda, Vacío, Ser, es solamente Uno, y ni tan siquiera podríamos asegurarlo, porque no estaríamos en un lugar en el que percibir algo, si Todo fuera Uno. El espacio y el tiempo, no existirían en la percepción, sino en el Silencio de la Seidad.

          Todavía no he logrado comprender, quién podría escuchar el sonido de una mano, ni qué viento se movería para llevar el sonido, ni tan siquiera qué sonido podría haber, si solamente hay una mano.

          Si la Vida es Una, obviamente podría ser Mano, pero no habría quien supiera si hay algo más, o si la mano es una parte de Ella, no habría movimiento, al no existir el espacio, Ella lo ocuparía Todo, el Vacío Infinito, estaría lleno a plenitud de Vida.

          Al final no podré alegrarme lo suficiente de no haber aprendido japonés, así al no entender lo que decía mi Maestro, no tuve que pensar en lo de los sonidos de varias manos o de una. Esto viene a que Hakuin también era japonés, como mi Maestro.

          Hay preguntas que si las respondes te equivocas, si no las respondes te equivocas, si las haces caso andas por ahí como alma en pena, si no las haces caso eres un alma perdida, lo que todavía no comprendo, es como todo ello es el sonido de la misma mano, y que en ningún caso nos hemos salido o desviado de la Verdad.

          Lo único claro que me ha quedado de tanto lío, es que la Vida es Una Mano, que cuando aplaude salen estrellas y constelaciones, que no dejan de ser Vida, porque la Vida es Una.

          Lo que digo, un lío.