Dice Dogen Zenji que: “Estudiar el Camino
es estudiar el yo. Estudiar el yo es olvidar el yo. Olvidar el yo es ser
iluminado por todas las cosas del universo. Estar iluminado por todas las cosas
del universo es soltar las amarras del cuerpo y de la mente de uno mismo, así
como las de otros. Incluso los rastros de la iluminación son eliminadas, y la
vida con la iluminación sin rastro continúa por siempre.”
Lo curioso es que el agua nunca siente
sed, llenos de ella los océanos, eternamente llueve en los montes, para que no
les falte el agua.
Viajeras las nubes en el cielo, recogen
sus aguas del Océano, para satisfacer la sed de los montes.
Olvidar la justicia, siendo justo. Olvidar
la espiritualidad, siendo Vida. Olvidar la humanidad, amando hasta ser Amor.
Olvidar a Buda, la Meditación, el Nirvana, a los demás y a nosotros mismos, es
el Camino del Zen olvidar cualquier rastro de Iluminación.
Solamente olvidando, es cuando no podemos
ver nada enfrente, cuando no existe nada fuera, tenemos que olvidar la
Iluminación, algo que podamos conseguir, hasta olvidar el Yo, tras olvidar el
olvidar, solamente queda Buda, Vacío, desapareciendo el Camino del Zen.
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