Buscando el Amor, miré a mi alrededor, lo
que vi me hizo entristecer: “Guerras, odios, ambiciones, deshumanización, ansias
de poder, pobreza, necesidad, ……, interminable enumeración, de las lagrimas que
amargamente caían de mis ojos.
….. Y las lágrimas, no me dejaban ver que
había olvidado mirar con amor, no me dejaban ver con confianza, la luz de la
humanidad, oculta y olvidada en cada uno de nosotros.
Porque el Amor, la Humanidad, la esperanza,
no viven en las lágrimas, sino en mí. En la forma en la que miro, en la que
hablo, en la que veo a cuanto me rodea, puedo encontrar al Amor y la Humanidad,
cuando vive en mí.
No importa lo que ocurre, lo que hemos
creado, si en un momento despertamos el Amor y la Humanidad en nosotros, cada
uno en sí mismo, el Universo se llenará de Amor y Humanidad.
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