EL TAMAÑO DE UN PORO

A veces, los cristianos nos preguntamos acerca de la verosimilitud de lo que cuenta la Biblia. Esto es parte del Cap.3º del Sutra de la Cesta (de Cualidades de Avalokiteshvara), el Karandavyuha Sutra.

Dentro de la literatura hindú, es natural y frecuente, encontrarnos con este tipo de explicaciones y relatos, en los libros sagrados.

“Entonces el Bodhisattva Sarvanivaranavishkambin dijo al Bhagavan. “Bhagavan, si el Bodhisattva, el Gran Ser Samantabhadra vaga dentro de un poro (de Avalokiteshvara) durante doce años pero aún así no puede ver el límite; y hay cien Budas dentro de cada uno de esos poros, puesto que ni tan siquiera el Bodhisattva, el Gran Ser Samantabhadra puede ver el límite, ¿Cómo puedo yo ser capaz de hacerlo?”

El Buda dijo. “Hombre Virtuoso, Yo no puedo ver tales delicadezas, maravillas, y quietud. El Bodhisattva, quien verdaderamente no tiene forma, manifiesta el vasto cuerpo, el cual tiene once cabezas, y cientos de miles de ojos grandes y perfectos. Él ha logrado el estado correspondiente, el cual es claro como el cristal y calmo. Él es sumamente sabio, y está libre de la ganancia y del samsara. Él no ve a los seres que él salva, y no discrimina sus razas- Él es libre gracias a la sabiduría, y expone. “Todos los fenómenos son como sombras y ecos.” Hombre virtuoso, el Bodhisattva, el Gran Ser Avalokiteshvara está libre de ver, oír, etc., y está libre de una naturaleza inherente; incluso los Tathagatas son incapaces de leer su mente. Hombre virtuoso, Samantabhadra y los demás Bodhisattvas, los cuales tienen habilidades inimaginables, tampoco pueden conocer plenamente todas las transformaciones y manifestaciones del Bodhisattva Avalokiteshvara. Hombre virtuoso, el Bodhisattva, el Gran Ser Avalokiteshvara manifiesta miríadas de cosas para salvar y llevar a la otra orilla a cientos de miles de millones de kotis de nayutas de seres sintientes, haciéndolos renacer en el Mundo de la Felicidad Suprema, ver al Tathagata Amitayus, poder oír los esenciales del Dharma, y lograr la Completa Iluminación.”

        Palacios, millones de seres, Budas con sus Universos, miles de dioses, ríos, montañas, ………, todo ello en un solo poro de Avalokiteshvara, el Gran Bodhisattva de la Compasión Infinita.

        Así de infinito es su Vacío, así de grande es la Virtud, que incluso los Perfectos Budas, se postran ante ella y la veneran.

        Su entrega, su existencia en el Vacío es tan Absoluta, que por encima o por debajo, no existe nada que no se entregue a su Naturaleza.

        No hay poder, aceptación, logro, naturaleza manifestación, energía, frecuencia, que no esté incluida en la Naturaleza de Avalokiteshvara.

        En otro Sutra, podemos leer que es también la Naturaleza de Buda, que es la Naturaleza de la Meditación, la Naturaleza del Vacío, la de la Vida como Absoluta, como Esencia de manifestación de Vacío.

        Estamos tan absortos, tan ocupados, tan perdidos tratando de encontrar semejantes maravillas, buscando tan intensamente, a Avalokiteshvara, a Buda, a Dios, a ese Ser que encierra en Él, todos esos valores, esos milagros, esos inconcebibles poderes, que perdemos el tiempo buscando dónde señala el dedo.

        Al igual que el Bodhisattva Sarvanivaranavishkambin, tantos otros Bodhisattvas y dioses, tratamos de que Buda, nos diga: “Cómo encontrar todas las maravillas, que nos relatan las enseñanzas, fuera de nosotros”.

        Incansables, Todos los Budas, nos señalan en todas direcciones, a todos los lugares. Un día llegará, en que viendo que la Verdad, el Amor, la Humanidad, la Felicidad, cuanta Maravilla podamos imaginar en la Vida, existe en todas partes, principalmente en nosotros, porque es en el lugar donde tiene que existir Avalokiteshvara, no somos nosotros los que podemos nacer en Él, sino Él en nosotros. El mismo Buda, no puede nacer o existir, en otro lugar que no sea en nosotros.

        Pensar que es en las personas, en las diferentes formas, sería seguir mirando el dedo, sin verlo, menos aún hacia dónde señala: “Tiene que nacer en el único lugar donde no puede hacerlo, en Todo. Tiene que existir, donde siempre ha existido, existe y existirá, en Todo. Tenemos que encontrarlo y verlo, en el único lugar donde no podemos hacerlo, en nosotros”.

        Que Todo sea Buda, limita mucho que alguien pueda encontrarlo, o llegar al lugar donde vive.