No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

Si tenéis que pagar para entrar en la página, no es la original. Como digo a la derecha es Gratuita y sin publicidad.
Yui Shin

sábado, 25 de febrero de 2017

LA CRUELDAD DE LA COBARDÍA

        Se pierde en el tiempo, el momento en que el hombre se siente abrumado por la violencia y la ira acumulada en su especie. No es solamente la defensa por su supervivencia, es desde casi el principio de su aparición, que usa la violencia con la que se manifiesta con las otras especies y la suya.
        Hoy día, en los estudios de sicología, podemos estudiar la violencia y crueldad que pueden ejercer los débiles y los cobardes, espoleados por su miedo y falta de confianza. Solamente es necesario que sobrepasen los límites del miedo, sientan la protección de las leyes o simplemente actuar a traición o inesperadamente, o sentir miedo en los demás, cuando surge toda su crueldad.
        El hombre, siente su debilidad frente a los demás depredadores desde el principio de su existencia, hasta que su habilidad para usar utensilios que le ayudasen en sus peleas, espoleada por el miedo, hace que poco a poco, se convierta en el depredador más violento y cruel. Capaz de destruir, simplemente para demostrar su superioridad, sin ser necesario.
        Es algo que no hemos reconocido, diciendo que somos hijos de dios, sus herederos, la humanidad, nos hemos ocultado esos sentimientos que no han sido superados o convertidos en amor y dignidad, hacia los seres más débiles, hacia los necesitados. Que debiera ser la lección aprendida de nuestra debilidad, miedos y haber podido subsistir como especie. Erradicando por su aceptación,  la cobardía y la crueldad.
        Hoy tenemos en las noticias el “bulling”, la violencia de género, las esclavitudes sociales, los abusos de bandas, y tantas clases de violencia como nos rodean.
        El sistema sigue siendo el mismo utilizado a través de la épocas, leyes, proteger a una de las partes, castigos, tratando de no entrar en llamarlo por su nombre y tratarlo desde la raíz.
        Empujados por nuestra debilidad y cobardía, hemos basado nuestro desarrollo en dominar o controlar a los demás, en conseguir poder de cualquier tipo, sin importarnos si teníamos dignidad o no, hasta el punto de que apenas sabemos hoy día su significado, apenas conociendo la palabra y casi siempre para referirnos a los demás.
        No se trata de controlar los problemas, ni de prohibirlos, ni de crear leyes y castigos para los abusadores, para los que esconden su cobardía controlando a los demás o asustándolos o impidiéndoles el poder vivir sus vidas.
        Debemos reconocer nuestro miedo, nuestra cobardía, para aceptar ser responsables de nuestra vida, para no necesitar culpar a los demás de nuestra inutilidad, de nuestra falta de respeto hacia nosotros mismos, que necesita de rebajar, de dominar, de ver el miedo por nuestra crueldad en los demás, para poder aguantar vivir nuestra miseria humana, nuestra miseria como personas, nuestra indignidad para aceptarnos.
        No podemos obligar a vivir sus vidas a los que no aceptan su cobardía, no importa el castigo o las leyes. La única salida para el cobarde que no se respeta y acepta sus miedos, es el abusar de los demás.


No hay comentarios:

Publicar un comentario