Son poemas de la experiencia o vivencia, de Seng Tsan (también conocido como Kanchi Sosán
en Japón). Del poema Hsin Hsin Ming.
Es la traducción de alguien que ha leído el original o una
de las múltiples traducciones, al chino y otras lenguas. Es difícil para el
Maestro escribir o decir lo que ha experimentado. Explicar lo que ha vivido
al beber un vaso de agua o de un manantial, cercano a morir de sed, nunca será
lo que ha experimentado, sino el recuerdo y lo que le inspira el momento y las
personas a las que habla o a lo que escribe.
Pensar que no sentiremos nunca más sed por entender las
palabras escritas, es nuestra ignorancia, la que nos lleva a deambular
perdidos, sin encontrar no ya nuestra humanidad, sino a nosotros mismos. Muertos
de sed, llenos de inquietudes que nos sumergen en el sufrimiento y la
desesperación.
El que mi Maestro no hablase suficiente inglés o español,
para entender las palabras de su enseñanza. Que yo no hablase suficiente japonés
para entenderlas y pensar que entendía, la satisfacción que sintió cuando se
convirtió en vaso de agua o manantial, sin "yo" que pudiese estar satisfecho, me
habría llevado a no poder o saber escuchar al Maestro. Perdido en el
entendimiento de la mente, o la comprensión de las palabras que me llevarían a
sentir la sed, para poder buscar un vaso de agua o un manantial donde calmarla.
fracasan en ambas: actividad y pasividad,
afirmación y negación.
Negar la realidad de las cosas
es no ver su realidad;
afirmar el vacío de las cosas
es no ver su realidad
Cuanto más hablas y piensas acerca de ello,
más te alejas de la verdad.
Deja de hablar y de pensar,
y no habrá nada
que no puedas saber.
¿Cómo caminar
en el Camino Único?, incluso saber que existe el Camino Único, haría que estuviese
yo recorriéndolo, que sería Mi Camino.
Entonces podría
caminar o descansar, viviendo en el Camino Único, manteniendo mi pasividad o
actividad, simplemente porque al entender las palabra, habría olvidado que
Camino Único, es que no existe otra cosa. Ni tan siquiera que pueda caminarle,
conocerle o percibirle. No se trata de vivir en el Camino Único, no se trata de
calmar la sed, se trata de eliminar el yo que nos dice que somos caminante o
sediento, en lugar de Camino o manantial. Aquellos que no viven en el Camino único, fracasan en ambas:
actividad y pasividad, afirmación y negación.
Negar o
afirmar lo que algo es, que ha cambiado cuando lo percibimos. Que es diferente cuando
nuestro ojo recibe la imagen, cuando el cerebro recibe la información y
nosotros somos conscientes de haberla recibido, es jugar a engañarnos. Que su
realidad o vacío, son diferentes a lo que percibimos, que siendo Vacío, tienen
su materia llenándolo, sin dejar de ser Vacío. Que su existencia está más allá
de que podamos percibirla o que existamos nosotros, única razón por la que lo
estamos percibiendo.
Hablar y
pensar del hambre no la mitiga, hablar y pensar en lo que deseamos, no cambia
lo que hay, la verdad. Porque la verdad de las cosas es que son todo lo que han
sido, contienen todo lo que serán, pero nada de ello nos puede decir lo que
son: “Ahora”, su realidad, su verdad.
Pensamos que
hay que dejar de hablar, de pensar, y simplemente por medio de la Meditación
conseguiremos saber y comprender todo.
Podríamos entender
qué es lo que nos dicen las últimas estrofas.
Ser manantial,
te da todo el conocimiento acerca de la sed, de la lluvia, del desierto, de la
falta de agua, sabes lo que es un manantial, pero no hay quien pueda
explicarlo, no hay a quién explicárselo, no hay nada que explicar. No hay quien
sepa que existe el manantial o tan siquiera lo que es.
Estás viviendo
en el Camino Único, como Kanchi Sosán. Sin poder leer el Hsin Hsin Ming, sin
saber que existe, porque podrás hablar con Seng Tsan en Silencio, con todos los
sonidos de la Vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario