Lo publiqué anteriormente en 2014, un
21 de marzo. Sigue gustándome releer el poema que describe la visión iluminada
de la Vida, de Seng Tsan (también conocido como Kanchi
Sosán en Japón), en lo que sería el paso que nos dirige a trascender la dualidad.
Hsin Hsin Ming
VERSOS DE LA MENTE PURA. EL LIBRO DE LA
NADA
Mis
primeros años en Bukkokuji, transcurrieron rápidamente, en ellos no veía Tv, ni
leía periódicos, ni oía radio. No recuerdo los libros que llevaba, podían ser
dos o tres, no hay para más en el macuto. Uno de ellos era el, “Tao Te King”,
un día lo estaba leyendo al sol, a orillas del estanque, el Maestro me preguntó
y me dijo que me lo guardaría hasta mi marcha. Algún tiempo después alguien que
vino nos regaló una traducción al inglés de: “Hsin Hsin Ming”, yo lo traduzco
como, “Versos de la Mente Pura”, pues me parece más correcto que: Verdadera fe,
o algo que tenga que ver con la “fe”.
Los
siguientes versos de él son acerca de la dualidad.
“No permanezcas en
el estado de dualidad; evita cuidadosamente esas luchas.
Si queda rastro de
esto o aquello, de lo correcto o lo incorrecto, la esencia de la Mente se perderá en la
confusión.
Aunque todas las
dualidades proceden del Uno, no te apegues ni siquiera a este Uno.
Cuando la mente
existe imperturbable en el Camino, nada en el mundo puede ofender; y cuando ya
nada puede ofender, todo se percibe diferente a como se veía antes.
Cuando no surgen
pensamientos discriminatorios, la mente de antaño deja de existir”.
Desde un
principio su lectura me causó una profunda impresión, es tan simple su música,
su forma de expresar las cosas que nos resultan complicadas, que todavía lo
conservo y me gusta leerlo de vez en cuando.
Hoy me he quedado con estos versos, que nos avisan acerca
de la vida que tendremos, viviendo sumergidos en la dualidad o si conseguimos
trascenderla.
Es difícil en nuestra educación y percepción de lo que es
la realidad para nosotros, entender correctamente una explicación tan
sintetizada y directa.
Una de las bases de la dualidad es, nuestra necesidad de
conocer las cosas por comparación con su opuesto, lo que origina la inseguridad
y la falta de confianza.
Nuestra mente está construida por medio de conceptos,
extraídos del análisis y comparación de las cosas, desde el origen de los
tiempos. Es por tanto natural que nuestra percepción de la vida, esté
principalmente influenciada y relacionada con lo que la mente ha percibido. De
todas maneras, la mente es solamente el caballo de la carreta, no el carrero, y
es por ello por lo que este poema y muchos Maestros, intentan que percibamos la
Vida, en lugar de quedarnos en la vida de la mente.
Lo bueno y lo malo, yo y otros; el mirar lo que somos
comparándonos con los demás; lo que somos con lo que hemos sido, o peor aún con
lo que queremos ser; dios y la creación. Todo nuestro entendimiento está en
comparar, lo que percibimos con nuestros: conceptos, intereses, gustos, deseos,
necesidades, escala de valores y personalidad. Debido a que lo natural es, que
ambas cosas sean diferentes, el germen de la frustración y depresión está
plantado. Es por tanto lógico que nuestra vida, se encamine hacia conseguir
logros que nos den autoestima, que nos coloquen por encima de los demás; luchar
por demostrar que somos, valemos y tenemos, más y mejores, que ….;
La Mente
Pura, solamente puede expresarse fuera de la dualidad, fuera por tanto de la
comparación, el análisis o la polaridad. Incluso la percepción de esta
no-dualidad, no debe, ni puede existir. Es entonces, cuando las cosas son
totalmente aceptadas por lo que son en este preciso instante.
Esta
visión de la vida cambia totalmente, no la realidad, sino nuestra percepción de
ella, por primera vez podemos aceptar y amar la vida por lo que es,
independientemente de nuestra percepción, al no comparar, ni analizar. Esto
parece llevar a una falta de interés por el conocimiento, siendo que es al
contrario. El que mi Maestro me pidiese el libro, no fue para que aprendiese
solamente lo que Él me dijese. Al no leer otras ideas y conceptos, construyendo
con ellos una mente estructurada y rígida, Él pudo con gran esfuerzo y
paciencia, ayudarme a que pudiera ser un carrero inexperto, que una pequeña
parte de Buda pudiera expresarse en mí, al no ser el caballo de la mente quien
controla mi vida.
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