Sé, comenzando
a escribir, que el positivismo actual pensará que tengo un mal día al leerlo,
que estoy deprimido o lo más simple, que lo que voy a escribir es una
equivocación.
No hay
mejor visión de algo, que conocer profundamente qué tenemos, para poder
construir lo mejor que es posible construir con ello.
Miramos la
sociedad en la que transcurre nuestra vida, pensamos que es una sociedad
humana, con naturaleza, con galaxias alrededor y otros Universos. Lo que sí
estamos seguros es de nuestra humanidad y que el problema es que no la usamos.
Salvo excepciones, de algunos momentos y unos pocos individuos, no me refiero a los que
consideramos no-humanos, sino a nosotros. Pienso, que el conflicto que tenemos
es que no sabemos la composición exacta de nuestra sociedad.
Mi opinión, posiblemente equivocada, no digo que sea la totalidad de lo que pienso, sino
una visión de nuestras quejas y resultados de nuestra convivencia, es que la
composición de la sociedad es: “Gente y gentuza”, obviamente nosotros no
podemos cambiar, pero sí los resultados. Pero es necesario clasificarnos
correctamente, pues lo que tenemos que crear es el sistema de convivencia entre
todos, no solamente nosotros sino con todos esos Universos, que lo queramos o no
son también “La Sociedad”.
Toda sociedad
está formada por un número infinito de sociedades. Incluso la sociedad de
nuestra individualidad, está formada por un número infinito de sociedades celulares
y atómicas, en las que nuestra sociedad en forma, pensamiento y salud, depende
de todas esas sociedades.
Si tenemos
una buena mierda podemos crear un buen abono, incluso si nos tapamos la nariz,
podemos crear una escultura preciosa. Sabiendo que lo que tenemos es “Gente y
gentuza”, añadiéndole “Dignidad, Valores y Principios”, es posible conseguir
una sociedad transformada en una nueva de: “Personas y seres humanos”.
Pero lo
que sí hay que tener claro es, que sin principios y sin dignidad, no pasaremos
nunca de gente o gentuza.
No es algo
que conseguir de los demás, que por supuesto son los causantes y creadores de
esta sociedad en la que encontramos tanta frustración e infelicidad.
No es
pidiendo o esperando que nos obliguen con leyes, como es posible conseguirlo.
Todas las
sociedades integrantes de “La Sociedad”, deben funcionar así, para conseguir la
salud y la felicidad de la Sociedad.
No hay
humanidad, cuando los demás son humanos. No hay Dignidad cuando los demás son
dignos. No hay Principios cuando los demás viven con ellos.
No hay una
sociedad como la deseamos cuando los demás la consiguen.
Todos los
demás tienen que conseguir crearla, pero no existirá si “yo”, no lo he
conseguido.
A veces el
cambio no es que nos amen, sino amar nosotros. Cuando cada “yo” ama, la
convivencia se sumerge en amor, donde los valores y la dignidad no hay que
nombrarla o explicarla, simplemente es lo que nace en todas las relaciones, en
todos los lugares, en todos los momentos, en todas las sociedades.
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