No pretendo molestaros

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Yui Shin

viernes, 25 de agosto de 2017

RESPETAR LA VIDA

          Es de suponer que desde 2014 cuando escribí este post, probablemente han seguido las celebraciones en las islas Feroe. Hay muchas tradiciones que son puestas en duda su oportunidad en nuestros días, pero seguimos sin respetar la Vida con mayúscula, esa Vida que no diferencia entre inanimado o animado, entre antiguo y moderno, Solamente hay una distinción, es humana cuando se respeta, e inhumana cuando no.
          No obstante, hay que mirar la corrección y la ocasión del momento, de la acción. No siempre el respetar es proteger y no siempre respetar es cuestión de costumbres o de cambiarlas, porque el respeto es algo personal que nace del corazón y de la dignidad humana de cada individuo.

          Nansen vio que los monjes de los pabellones del este y del oeste se peleaban por un gato. Cogió al felino y dijo a los monjes: “Si alguno de ustedes da una buena respuesta, pueden salvar al gato.”
          Nadie respondió por lo que Nansen cortó, sin vacilación, al gato por la mitad.
          Aquella noche Joshu regresó y Nansen le habló del incidente. Joshu se quitó las sandalias, se las puso sobre la cabeza y salió.
          “Si hubieras estado aquí”, dijo Nansen, “podrías haber salvado al gato.”

          Hay veces, que lo único necesario para encontrar la paz y lo que buscamos en la Vida, depende simplemente de mostrar que estamos vivos, que tenemos opinión, que estamos comprometidos y somos responsables de ser simplemente lo que somos.
          Un monje al hacer sus votos, hace el voto del bodisattva, “Ser el último en cruzar a la otra orilla”, pero a veces no se puede, sin caminar cabeza abajo, con la cabeza alta. Joshu se calzó sus sandalias en la cabeza y salió caminando. Todos salimos caminando, pero la diferencia es que Joshu, sabía dónde estaba, quién era y estaba vivo.
          En nuestros días, tenemos grandes manifestaciones por la erradicación de la pena de muerte, por el fin del maltrato animal, por el trabajo infantil.
          En cambio, nos callamos cuando al que se ejecuta o es condenado a muerte es un feto, por la simple razón de que todavía no es un ser humano, algo que comparto por una simple razón, no creo que esos padres pudieran engendrar un ser humano, solamente las personas y los seres humanos pueden tener hijos humanos. Es simplemente una cuestión genética, otra diferente es la humanidad de los animales y la de los que decimos ser humanos.
          Lo curioso es, que muchas de las gentes que defienden el maltrato animal y la erradicación de la pena de muerte, son las que defienden el derecho a decidir sobre la vida del feto, con la excusa que es una decisión sobre la suya.
          Así hemos llegado a que: si un ladrón mata a una persona que estaba tranquila en su casa, no pasa nada, ni hay conmoción social, pero si esa persona mata al ladrón, todo se sale de cauce. Si un país no tiene dinero para dar de comer a sus ciudadanos y no puede crear centros donde puedan rehabilitarse los asesinos, violadores y terroristas, en última instancia los tendrá que soltar en libertad, porque no puede tener pena de muerte.
          Ayer leía en la página de Dan Roguer una noticia sobre la matanza de ballenas y delfines en las islas Feroe y que al parecer sucede cada año, debido a que es una tradición de cientos de años. El artículo se pregunta al final, el motivo de esta masacre, siendo que no es por necesidad. Bueno los razonamientos para explicarlo pueden ser muchos, pero el más natural y posible, es que hace cientos de años estuviesen pasando hambre por algún motivo, sus diose en plan compasivo, les llevaron por la zona unas ballenas y unos delfines, para que pudieran comer y en agradecimiento asesinan desde entonces un buen número de ellos en honor de sus dioses, aunque no tengan necesidad de ello. Es lo que los humanos llamamos amor a nuestras creencias, moraleja: “cortemos el gato en dos”.
          Desde tiempos inmemoriales se ha abortado, muchas veces por necesidad y otras para ocultar, infidelidades o adulterios. Hoy en día es por la conveniencia de tenerlo ahora o no, porque nos estropea la vida que tenemos, o porque simplemente es el resultado de una vida de irresponsabilidad. Sé que también hay casos en los que puede ser razonada, la idoneidad de llevar a término el embarazo, y que nunca cualquiera que sea la decisión, podremos saber qué habría sido mejor, al no poder tomar ambas decisiones, pero en esos casos la decisión se toma con dolor. Lo que me parece aberrante es que por la conveniencia, la vida o la forma de vivir, de una persona adulta y responsable, se pida como derecho el poder asesinar un feto, que no tiene culpa alguna de estar donde está, en el momento inadecuado.
          Es importante que defendamos la vida de todos los seres, su bienestar, pero deberíamos repasar nuestros conceptos y nuestra forma de verlos, tan malo es matar lo que matamos por necesidad de comer, como lo que es por costumbre, las tradiciones y cuando lo hacen los profesionales o las personas honradas. Pero matar en ningún caso debería ser un derecho.
          Al igual que Joshu, caminemos no hacia la salida, sino hacia el centro de la Vida y en una muestra de vivir, simplemente respetemos la Vida.


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