LA NIÑEZ PERDIDA

          Hay personas, que debido a las circunstancias nunca han podido vivir su niñez.

          Otras veces, nacen en lugares donde se es niño solamente los dos primeros años.

          Algunos viviendo su ahora, no echan de menos ese tiempo viviendo felices, en paz y sin envidiar a los que sí la vivieron.

          Hay otros, que pasan su vida reclamando ese tiempo perdido, culpando a la Vida o el destino, su pérdida de niñez.

          Tratando de ser niños, de no vivir en la responsabilidad que se presupone adquirir cuando uno es adulto, tratan de ser niños en un tiempo, lugar y situación en la que no solamente logran su infelicidad, sino que obligan a los que les rodean a ser responsables por ellos, impidiendo así a felicidad de los que les rodean, dependen o conviven con ellos.

          Hay dos partes de España, que nunca han sido reinos, al menos en lo que yo conozco.

          Sus reyes han sido siempre de otros reinos, mientras ellos han sido vasallos o han vivido fuera de las civilizaciones donde estaban integrados, por conquista o por integridad territorial.

          Puede que algún catalán o vasco, haya sido rey de algún reino, pero no de Cataluña o Vascongado.

          Aragón, Navarra, Galicia, Castilla, han tenido reyes y han sido reinos, como el resto de España, no así la Comunidad Vasca o Cataluña.

          En nuestros tiempos, en la búsqueda de la humanidad, es el momento de integrar a las personas en grupos más numerosos, más responsables a nivel individual y colectivo.

          Más integrados en la unidad, que en la separación.

          Pero al igual que quienes buscan la niñez, en una vida adulta, hay quien busca ese gobierno de grupos, de amigos, de ser el rey de los vasallos, de poder manejar al pueblo al estilo de la Edad Media.

          Es gente que no ha evolucionado, que sigue viviendo en unos tiempos que no deberíamos tratar de crear de nuevo. Los reinos han dejado de ser válidos para una sociedad evolucionada, en la que no es necesario tener un rey. Pero sí que es el momento de tener la responsabilidad individual, que nos ayude a ir todos en una misma dirección.

          Llamar rey o presidente, Dios o secretario general, a quien camina detrás o el primero, no es lo importante, sino el ser Una Sociedad.

          Hablan de dignidad los separatistas, los independentistas. Pero Dignidad es no separarse de los demás, es ser humanos pertenecientes a la Humanidad, no a un rebaño concreto, sino a nuestra individualidad al servicio exclusivo de la Vida.

          Sé que hay quien debido a sus estudios, a su falta de dignidad para ser sincero, al egoísmo personal o la ambición, pueden decirnos cosas que vamos a tener, pero nadie puede devolvernos nuestra niñez, si no la mantenemos viva en la responsabilidad de ser adultos, en la responsabilidad de crear la Humanidad.

          No existen los reinos, ni las repúblicas, ni las separaciones, si no las creamos usándolas para conseguir poder.