Bodhidharma y el Emperador Wu
El emperador Wu
de China era un budista muy benevolente. Había construido muchos templos y
monasterios, ordenado muchos monjes, y realizó innumerables actos filantrópicos
en nombre del budismo.
Le preguntó al
gran maestro Bodhidharma: "¿Qué mérito hay en mis buenas obras?,
"Bodhidharma respondió: "Ninguno en absoluto."
El emperador le
preguntó: "¿Cuál es el significado primigenio de la Sagrada Verdad?:
"Bodhidharma respondió: "Vacío, nada sagrado”.
" El
emperador entonces preguntó: "¿Quién es, el que está frente a
mí?" "No lo sé", fue la respuesta de Bodhidharma.
Dado que el
emperador no entendía, Bodhidharma dejó el reino de este emperador.
Los
Sutras, el propio Buda, habían transmitido que todas las obras para: promover,
enseñar, o la misma práctica del budismo, retornaban grandes, innumerables
méritos.
Pero
justo el primero que llega a China transmitiendo el Zen, niega que eso fuese
verdad.
El
budismo como Camino Medio, se había enseñado durante siglos, pero un Maestro
Zen dice que: “Para ser Camino Medio, hay que incluir los extremos”.
El
Budismo durante siglos, había enseñado la santidad de las representaciones de
Buda, un Maestro Zen, fue calentado por Budas en un frío día de invierno.
Las
escrituras nos enseñan las calamidades que sobrevendrán, sobre aquellos que
dañen, ofendan o simplemente nieguen a Buda, las Enseñanzas o su imagen.
Rinzai, un Maestro Zen le dice a un discípulo: “Si ves a Buda mátalo”.
Es el
camino de la sinrazón, de dar un paso adelante: al final del camino, del poste,
del borde del precipicio.
Es
encontrar a Buda: En el ruido de una pequeña piedra al chocar con el bambú; el
sonido de una mano que suena siendo silencio, cuando eres Silencio; en la respuesta
de un dedo que se levanta independientemente de la pregunta; en una pregunta
que no es respondida; siendo golpeado por preguntar; cuando se pierde la
naturaleza de buda; fuera de la Verdad; dentro de la Verdad; en la mente
ordinaria.
Un Buda ante la
Historia.
Un monje preguntó a Seijo: “Entiendo que un Buda que vivió antes de
la historia escrita se sentó en meditación por diez ciclos de existencia
(kalpas) y no pudo alcanzar la Verdad Suprema, por lo que no pudo emanciparse
completamente. ¿Cómo es esto posible?”
Seijo contesto: “Tu pregunta se explica a sí misma.”
El monje pregunto: “Meditó por tanto tiempo, ¿cómo pudo no alcanzar
el estado de Buddha?”
Seijo dijo: “Porque no.”
Seguimos
buscando a Buda, algo difícil de encontrar, hemos estudiado los Sutras, los
hemos analizado, los seguimos en nuestra vida diaria y aun así, se nos escapa
la escurridiza Verdad.
Hemos
tratado de salir de la impermanencia, de la temporalidad, cumplir todo lo que
hay escrito y transmitido, aun así nadamos y nos hundimos en la ignorancia.
Nos
levantamos todos los días rechazando: nuestra materialidad, los deseos, las
ambiciones, lo negativo, la ignorancia, intentando alcanzar la Iluminación.
El Zen
sabe de nuestros esfuerzos por: llegar aquí; por vivir ahora; por ser lo que en
realidad somos; por alcanzar la Iluminación; por ser Buda. Sabe que estamos
dispuestos a cualquier esfuerzo, a abandonar lo que más apreciemos con tal de
alcanzar nuestras metas.
Por eso
los Maestros nos dicen: ¿Por qué un Buda,
no alcanzó la Verdad Suprema, después de tanto esfuerzo?, simplemente porque
no.
¿Quién
eres?, no lo sé.
¿Podré
alcanzar la Naturaleza de Buda?, no.
El Zen
siempre ha sido un Camino de sinrazón, de fuera del entendimiento. Porque, ¿Qué
puede entender lo que es?, ¿Quién puede ir donde está?, ¿Podemos alcanzar,
cambiar, conocer, explicar, afirmar o negar?, lo que somos: Aquí y Ahora.
No hay
Camino sin sus dos orillas, no hay Impermanencia sin Permanencia, si Todo fuese
Permanente, ¿Quién podría percibirlo?.
El Buda
explicó muchas cosas, pero la Verdad Suprema no tiene explicación, es lo que
somos. Por eso no puede encontrarla la razón, solamente la Sinrazón del Zen, la
Seidad del Vacío. Como dijo Bodhidharma: “Vacío, nada sagrado”.
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