Unas preguntas que he hecho muchas veces, a las diferentes
personas que he tratado son:
¿Qué es lo único imprescindible para aprender algo?
Casi siempre las respuestas van, hacia el sacrificio, el
esfuerzo, quererlo, desearlo, tener gente que te apoye, buenos profesores,
oportunidad.
Mi respuesta ha sido siempre, la simpleza, “No saberlo”.
¿Qué es lo único imprescindible, para ser lo que queremos?
“Que no lo
seamos”.
¿Qué es lo único imprescindible, para alcanzar las metas, conseguir
nuestros deseos?
“Que no
estemos en ella, que no lo tengamos”.
Las preguntas han sido hechas a personas, que no encontraban
alicientes en la vida, que se infravaloraban al compararse con sus conceptos o
deseos de futuro, que habían perdido su autoestima, al comparar lo que eran y
tenían con lo que querían o deseaban.
Las que más me han hecho han sido:
¿Cómo puedo ser feliz?, ¿Por qué no consigo ser feliz?, ¿Por qué no
soy feliz, si llevo toda mi vida, esforzándome, luchando, preparándome con
meditación, yoga y cuanta práctica de mejora personal o espiritual encuentro?
Solamente hay una forma de ser feliz y es serlo, en el momento
que: deseamos, buscamos, nos esforzamos o intentamos encontrar la felicidad,
obviamente es que no lo somos.
Es nuestro deseo, nuestra falta de aceptación de lo único que
somos a lo largo de nuestra existencia, nuestra insatisfacción con estar donde
estamos, nuestra necesidad de cambiar lo que hay y somos; el mayor impedimento
para alcanzar nuestras metas.
Solamente somos y tenemos lo que hay y somos ahora. La
felicidad solamente podemos experimentarla ahora no podemos obtener, ser, usar
o percibir nada, aparte de lo que es el ahora y en este lugar: aquí.
Tenemos todo el Universo como meta, toda la infinitud de la
Felicidad para serlo, todo lo que somos y hay ahora, siendo lo que somos, es lo
que tenemos para alcanzar y crear la vida que deseemos.
No hay límites, cuando salimos con lo que somos Aquí y Ahora,
calzando la Aceptación, y la camiseta de la Entrega.
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