La mayoría de las veces, creemos que
lo importante para alcanzar la felicidad y desterrar la infelicidad de nuestras
vidas, es un cambio de entorno. La mayoría de las veces si las circunstancias
son diferentes, nuestra personalidad buscará un camino nuevo para hacernos
sentir la infelicidad.
Es por
ello, que el aprender a aceptarnos y respetarnos desde el amor, nos llevará a
aceptar las circunstancias. Amarnos y respetarnos significa, que no dejamos que
nuestra vida sea: mangoneada, menospreciada, abusada o controlada, desde la
aceptación propia y la del entorno.
Las
personas, la gente, nacemos con un objetivo en la Tierra, “encontrar y
realizar nuestra humanidad, desarrollar el Alma Humana”. Para ello viajamos en la Vida, creemos que lo importante
es ir de un sitio a otro, la mayoría de las veces insatisfechos con lo que
hacemos y donde estamos, creemos que los nuevos sitios nos darán una visión
mejorada de la Vida, pero no importa a cuantos sitios vayamos, si no somos
capaces de vivir “Aquí y Ahora” en cada uno de ellos, no hay lugar en la
Tierra, en el Universo, que pueda existir si no somos realmente parte de él. Es
nuestra insatisfacción lo que hace que los lugares no sean idóneos. Lo único
que hace que tampoco podamos formar parte del lugar en el que vivimos, es el
miedo a movernos a un “Aquí diferente”.
Por ello
es amarnos, respetarnos y aceptarnos lo que nos dará la autoestima suficiente,
para que independientemente del lugar vivamos en nuestro “Aquí y Ahora”,
formando parte de él.
Somos
viajeros de la Vida en busca de nuestra realidad, del Alma Humana, de la
Integración en el Todo, la trascendencia de la Dualidad, la Consciencia, el
Ser, Dios, la Realización de la Naturaleza de Buda, la Iluminación.
Terminar
el viaje, que nos lleva a ser lo que somos integrados en un Todo, en un viaje
infinito, sin movernos de Aquí y Ahora.
El viaje
que nos lleva a la Felicidad, no nos permite movernos, no nos permite quedarnos
ni un instante en el mismo lugar, porque la Felicidad es lo que somos, Aquí y
Ahora.
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