Estoy republicando, muchos escritos de
hace unos años, al releerlos no encuentro otra cosa que decir, parece que no
hay nada nuevo bajo el Sol, tampoco bajo la Luna o las Estrellas.
Al releerlos cambiando la ortografía,
corrigiendo algunas palabras, cambiando otras, sobre todo moviendo comas, me
doy cuenta, de que son solamente sueños de un mundo digno, donde el Amor y la
Dignidad sean conocidos al menos, paso previo, a poder comenzar a que lo
realicemos en nuestro vivir diario, en nuestra convivencia, en nuestra relación
con nosotros y todo lo que con Amor y Dignidad, dejarían ser: “Demás, lo otro”.
Cómo cambiar nuestras vidas, si no
introducimos en ellas la dignidad. En una vida sin ella, lo natural son las
indignidades, lo indigno, donde le es imposible existir a la sombra, al perfume
del Amor, cómo podemos pretender encontrarle a Él
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