Grandes Maestros, trataron de mostrarnos lo
que necesitábamos para encontrar la felicidad.
Los gobiernos, los filósofos, han
elucubrado y realizado grandes esfuerzos buscando el método para
encontrar la felicidad.
Pero nunca hemos tratado realmente de
encontrarla, tenemos tanta infelicidad, que en cualquier lugar que miremos deberíamos
verla, fuera de nuestras vidas.
Cuanto más frío se tiene, más se facilita
encontrar algo que nos dé calor.
Con la vida que hemos creado llena de
inhumanidad, reaccionando solamente para arreglar las desgracias que hemos
creado. Tratando de solucionar el problema en la Tierra, solamente porque estamos
a punto de desaparecer. Queriendo vivir en paz, con una economía basada en armamento
y ambición.
Nos desesperamos por encontrar la
felicidad, cuando bastaría con mirar en un sitio donde no hayamos estado, donde
no hayamos tocado, donde nos limitásemos a aceptar lo que hay, lo que la Vida
ha creado.
Teniendo un Universo para hacernos
felices, nos hemos dedicado a crear infelicidad. Pero es lo que hay que tener
para buscarla.
Pero el encontrarla, es diferente, porque
hay que llevarla puesta, en el corazón, en nuestro ser.
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