No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

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Yui Shin

lunes, 6 de noviembre de 2017

SEGUIR VIVIENDO

          Han muerto en pocos días algunos miembros de mi familia, son las parejas de mis primas, que eran mayores, más o menos de mi edad. Como cualquier ser que pierde a alguien cercano, se han sumido en la tristeza, en la pérdida, de lo que como digo nunca hemos poseído.
          Hace muchos años, pienso que aun antes de conocer el budismo, he pensado casi cada vez que alguien se ha ido de mi vida, si mi pena era por ellos o por el hueco vacío que queda en mi vida, cuando ellos han continuado la suya.
          Mis padres han muerto siendo mayor, pero mis abuelos con los que vivíamos mi madre, algunas tías solteras, mis hermanos y yo, murieron siendo joven, es una de las poesías publicadas, la que escribí a su muerte, la que define mi pensamiento acerca de ella en esos tiempos y que ha evolucionado hasta este ahora.
          Mirando lo que perdemos, pensando en el sitio vacío que nos queda, olvidamos lo más importante: “El objeto de vivir es poder morir”. No hay nada que viva que no muera, pero no puede morir algo que no esté viviendo. Lo único que tenemos que hacer mientras llega nuestra meta es: “Vivir”.
          Pero curiosamente cuando llega, pedimos de rodillas implorando que nos permitan vivir, algo que deberíamos haber hecho en el tiempo que ha tardado la muerte en llegar. Porque, solamente viviendo profunda y realmente, nos podemos preparar para abrazar con amor a la muerte.
          En nuestra vida, hemos estado rodeados de personas que nos han brindado la oportunidad de vivir cada momento, unos con su amor y otros con su odio, solamente la indiferencia pasa sin ser sentida en nuestras vidas, cuando no es el deseo el que invade nuestro vivir.
          Dondequiera que viva la Muerte, ellos sufrirán con nuestra pena, al sentir que no nos han dado lo suficiente para que podamos vivir nosotros, que todavía no hemos crecido o recibido lo suficiente y vivimos perdidos sin su presencia física, que no nos han aportado suficiente amor y seguridad para que ellos sigan viviendo en nosotros.
          No perdemos el amor que ellos daban, porque ese se ha ido con ellos. El amor que perdemos es el que les dábamos y hemos perdido en nuestros corazones, porque al darlo lo hemos dado por perdido. Siendo que el único amor que permanece siempre con nosotros es el que somos capaces de dar, porque es el que pertenece a nuestro ser.
          No digo el no sentirse apenado, triste o perdido por unos días, por un tiempo, que es algo que está en nuestra personalidad, en nuestras costumbres, en nuestra forma de vivir la Vida. Es, el respetar cuanto hemos recibido de ellos para poder crecer como personas, el amarlos tanto que puedan seguir viviendo en nosotros, que el amor que hemos recibido de ellos pueda ser entregado a otros seres, porque no es un amor nuestro, sino de ellos el que estamos dando.
          Hay muertes que nos causan traumas, por la forma, por el momento, por el tiempo en el que suceden, pero lo que recibimos de todas las personas a lo largo de nuestro vivir, no es nuestro sino de cuantos nos rodean. No es el odio que nos dan lo que podemos entregar a los demás, que solamente mostraría nuestra indignidad, no la de ellos.
          Es la entrega del amor que hemos recibido de las personas amadas, el que debemos repartir, porque es algo que nos han dejado, no para esconderlo o guardarlo en unos corazones cerrados a vivir, sino para ser lanzado al viento para que toda la Vida pueda saber cuánto amor vivieron esas personas, que solamente viviendo en nosotros pueden hacerlo.


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