No sé lo
que será escrito, esta vez he puesto el título antes de comenzar.
¿Qué podemos pensar
de los catalanes, tras las votaciones?, si
miramos la Historia, podríamos encontrar que no han cambiado nunca su gobierno,
que cuando eran tribus, su rey era MÁS.
No pienso
que encontremos otro rey a lo largo de la Historia, sin importar de quién o
donde.
En África
unas tribus cazaban a otras, para venderlos como esclavos.
En Europa,
las traiciones y venta de almas, es anterior a las glaciaciones, a cuando
solamente existía un continente, con el mismo rey.
Jesús era
vendido por treinta monedas, y no me refiero al de la Biblia, sino al hijo del
pueblo, al Hijo de Dios.
Siguiendo
con la Biblia, leí una vez que, Noé, que resultó que sí-era, es el primero que se
pone una tripa en su cosa para tener relaciones sin hijos, sin crearse responsabilidades,
aunque, quién fue el primero es lo menos importante, siempre es ahora la primera
vez.
En América
las tribus, tenían esclavos de guerra y se mataban unas a otras, desde antes de
la llegada de los conquistadores de poder y riquezas.
En Nueva
Zelanda los maoríes aniquilan a los aborígenes, para quedarse con las islas.
Supongo
que, en el continente de Mu, la Atlántida, Lemur o cualquier existencia anterior
en la Tierra, habrán hecho lo mismo, servir y obedecer al rey MÁS.
Si miramos
alrededor, todas esas esclavitudes abolidas, todas esas traiciones palaciegas,
esa venta de almas, no es un patrimonio perdido, ha devengado grandes intereses
y nuestra sociedad, no solamente obedece al rey, sino que le ha entregado su
alma, no ha hecho falta que nos la compre.
El
conflicto eterno: “La lucha infinita, eterna, fratricida, sin tregua, irreconciliable
entre el Bien y el Mal”, el intento eterno
de separar el Yin y el Yang, para destruir uno de ellos y encontrar la paz, de
existir solamente “yo”, que podríamos escribir tan
pequeño como queramos hasta que solamente quedase el ego de MÁS.
Haciéndonos
las preguntas equivocadas, hemos llegado a conclusiones que nos han hundido aún
más, en el error y la ignorancia. Nuestras preguntas surgen del: “Interés, de la
conveniencia, de los valores que hemos entendido de lo equivocado, de lo que
entendemos de lo enseñado, de la necesidad de seguir a alguien por no saber
dónde ir, de no tener responsabilidad, amor hacia nosotros mismos, ausentes la
responsabilidad y la dignidad”.
Cuando
comienza la industria, es difícil tener y mantener tantos esclavos, sustituir a
los muertos o los enfermos o tener que curarlos, es más fácil liberarlos y
darles un jornal. Para ello solamente hay que hacer una guerra por la libertad,
muchas guerras después, seguimos sin sentirnos libres, el pueblo sigue luchando
consigo mismo por ser libre, para obedecer y entregarse al rey.
Tenemos la
libertad de ganarnos un jornal, obedeciendo a los poderes. O ser controlados
por recibir un jornal, por pertenecer todo al poder.
Podemos
ser todos iguales, independientemente de lo que tengamos, aceptando lo
diferente, teniendo suficiente. O le quitamos a los que tienen y lo repartimos,
hasta que no tengamos a quien quitar, porque todo está en manos del poder.
¿Nos miramos el ombligo para ver lo
que hay dentro, para encontrar la paz?. ¿La buscamos fuera, hasta que nadando
en ella nunca podamos tenerla dentro?.
Desde
antiguo, las preguntas han sido equivocadas desde los conceptos, desde los
valores y principios de la Humanidad.
No es
preguntarnos por la legalidad del aborto o establecer en qué condiciones está
bien hacerlo la pregunta importante, sino si: “Acepto la responsabilidad,
amo la Vida, me amo verdaderamente”. No es
acerca del feto lo que debemos preguntar, sino acerca de nosotros: ¿Por qué, si soy
humano deseo hacer ….?, ¿Qué haría si yo fuese humano?
La paz
interior, no es mirando dentro donde la encontraremos. La paz no se encuentra
metiendo la cabeza en el agujero, ni mirándonos el ombligo, ni negando la
realidad, ni cerrando los ojos para olvidar lo que nos rodea.
Un “matón de colegio, o
abusador”, encuentra la paz controlando el
exterior, manejando y alimentándose de los bocadillos de los débiles, pero esa
paz que siente no está en su interior: “¿Qué necesidad tendría de
abusar si la tuviese?”.
Mirar
dentro, hasta que somos la membrana que acoge todo, sería algo más cercano desde dónde hay que comenzar a buscar la Paz Interior, desde dónde
preguntarnos, porque la paz interior, la justicia, la libertad, no está en
dominar lo externo, en separarnos de algo, en buscar nuestra conveniencia.
Solamente
el Vacío es Paz Interior, al no excluir nada, todo lo que haga será para su
bien, aun así, “Hace Nada”.
A los
catalanes, pues no veo yo la diferencia de ir detrás de uno o de otro, de quien
me roba el 3% o de Madrid, lo que a mí me preocuparía es: “Que sembrasen el odio,
la diferencia, la exclusión, la cizaña entre mi familia y amigos, que dividan en
dos a mi pueblo, que me permitan olvidar mis raíces, que fuese ese mi interior”,
promocionando, haciendo, defendiendo lo que me
han inculcado, caminando detrás de ellos mientras riego todo eso en mi interior. No es algo que me han enseñado, o que yo he aprendido, es como un
juguete inculcado con un chip.
Porque mi pregunta no sería, qué me conviene
o quién tiene la razón, sino:
“¿Qué haría yo si fuese humano?”, “¿qué
haría yo si fuese un humano libre y pensamiento humano propio?”.
No seguiría al chip, ni obedecería al rey,
ni seguiría a alguien que empequeñece el interior de lo que soy.
Soy la membrana que envuelve el Universo,
cuando desaparece la membrana, ese es el que soy.
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