Maestro, ¿Qué es la Dignidad?, pero el Maestro guardó silencio.
Otro día
el discípulo preguntó: ¿Qué es el Amor?, pero el
Maestro guardó silencio.
En otra
ocasión el discípulo preguntó: Maestro, ¿Qué es la Paz Interior?, pero el Maestro guardó silencio.
Cansado de
preguntar, un día guardó silencio, y partió, quedando solamente el Maestro.
Todo yo,
que puede ser percibido nunca es el que somos. Pero es la propia búsqueda la
que nos impide encontrarnos, al no poder encontrar lo que somos, lo que estamos
siendo.
Somos las sombras y la luz, pero solamente la luz es realidad. Es el obstáculo lo que produce la sombra, ninguna oscuridad puede oscurecer la luz, solamente la hace más brillante.
Siempre existirá el ego, mientras el Todo contenga la Individualidad. Pero el Ego del Uno, es el Ego Divino, el de la no-dualidad o Dualidad con las dos mitades incluidas. Sin percepción de separación, que llamamos Self, pero analizamos percibiéndolo en el principio de diferenciación, no en el Ser Uno.
Somos las sombras y la luz, pero solamente la luz es realidad. Es el obstáculo lo que produce la sombra, ninguna oscuridad puede oscurecer la luz, solamente la hace más brillante.
Siempre existirá el ego, mientras el Todo contenga la Individualidad. Pero el Ego del Uno, es el Ego Divino, el de la no-dualidad o Dualidad con las dos mitades incluidas. Sin percepción de separación, que llamamos Self, pero analizamos percibiéndolo en el principio de diferenciación, no en el Ser Uno.
Cuando un yo busca
entender la Dignidad, es porque no la vive en él.
Cuando un yo quiere saber lo que es el
Amor, es porque vive fuera de Él, queriendo conocer algo externo.
Cuando un yo quiere encontrar la Paz
Interior, es porque mira al exterior sin poder reconocerse.
Pero un
Maestro, no puede reafirmar ese yo. No puede reforzar la dualidad del
discípulo, creando la Indignidad al explicar la Dignidad.
No puede
explicar, que el Amor no es algo que se pueda entender o ser poseído por el yo
del discípulo, creando el Desamor y la Inhumanidad en el discípulo, al
explicarlo.
No puede
enseñar que hay un Silencio en el Interior del discípulo, llevándole a negar su
exterior, creando un ego que vive entre ambas polaridades.
Pero el
discípulo debe seguir preguntando, hasta que ha realizado la última pregunta.
Porque solamente después, en el Silencio, encontrará la respuesta del Maestro: “No hay Maestro,
eres la Respuesta”.
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