Buscamos
incansablemente a la persona que nos lleve al mundo soñado, a la vida de
felicidad.
La
persona que necesitamos es la que está junto a nosotros en el espacio o el
tiempo, o fuera de ambos.
Pero
no es lo que esa persona nos dé, lo que hará que sea esa persona, sino lo que
hagamos con lo recibido nosotros.
Si
buscamos a la persona que nos llevé a un punto, utilicemos lo que recibimos para
llegar.
Incluso,
cuando pensemos que no hemos recibido nada o que recibimos lo equivocado, es
todo lo que necesitamos para llegar.
Cualquier
persona es la que necesitamos, si utilizamos lo que recibimos correctamente.
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