SIEMPRE SUFICIENTE

          Deseamos y ambicionamos lo que no tenemos, hasta que llegamos a pelearnos con nosotros o los demás para conseguirlo. Sus resultados son: “Insatisfacción personal por lo que no somos o tenemos, sembrar la ambición en nosotros, pelear a nivel personal con nosotros y los demás, en el nivel grupal a la guerra”.

          Por supuesto, siendo que lo que deseamos y ambicionamos, no podemos tenerlo nunca mientras sea deseado o ambicionado, la insatisfacción y frustración serán para siempre en la eternidad.

          Deseamos comodidad, sus consecuencias son: “Contaminación: de aíre, aguas, tierras, cuerpos, almas, conciencias, voluntades, ……”, podríamos seguir, pero son cosas innecesarias para tener una vida placentera y feliz. El problema es que somos conscientes de ello, cuando el trabajo de arreglar todo ello nos quita la comodidad, la vida placentera y la felicidad.

          Tras miles de años: “Peleando, de insatisfacción con lo que hay, guerras, envidias y leyes que nos obliguen a ser felices”, no hemos aprendido, que la comodidad, satisfacción y felicidad en la vida consiste en disfrutar de lo que tenemos, no en luchar por tener lo que deseamos, que solamente cuando destruyamos o asesinemos el deseo, podremos tenerlo o no.

          Debido a que nací vago, he tratado de tener suficiente con lo que me da la Vida en cada momento. Al parecer sería poco, puesto que los seres malignos de los gobiernos, las economías y los Poderes, tratarán siempre de robarme y esclavizarme.

          No recuerdo tener necesidades, pues teniendo suficiente con lo que se tiene, no hay necesidad.

          A veces, he podido gastar dinero, bastante unos tiempos, aunque solamente gastase el que era necesario para cubrir los deseos que podía permitirme.

          A veces, he vivido haciendo números para no necesitar más de lo que tenía, comprando de segunda mano, cogiendo muebles de la calle.

          Pero nunca he tenido necesidad de lo que no tengo, por lo que las peleas son por lo que me quitan o apropian las personas que no tienen suficiente con lo suyo.

          No creo que sean más felices que yo, o que estén más satisfechas. No he encontrado nunca un amigo para mí que sea mejor que yo. He disfrutado de mi compañía entre las multitudes y cuando hemos estado solos.

          He convivido con muchas personas en una sola habitación, y he pasado una semana en una isla de unos 400 metros cuadrados, en medio del Pacífico, donde solamente podía caminar un poco, al ser un montículo cortado por uno de los lados al mar. Donde no vi nada más que algunos peces, pocas aves y el barco que vino a recogerme tras pasar la semana.

          He vivido en barrios con mucha gente, caminado durante meses en calles de India, el Sudeste asiático, en China y países con mucha gente en sus calles, en montañas donde ves dos o tres personas al día, a veces ninguna.

          Cuando tienes suficiente, no es que puedes vivir feliz, es que lo puedes hacer en cualquier lugar y en cualquier circunstancia, incluso cuando no lo eres también es posible ser feliz.

          Pero vivir así, es algo que nace de la aceptación, que necesita de un mínimo de Dignidad, que te permite no tener que hacer nada, porque cuando no creamos conflictos, no es necesario trabajar para resolverlos.

          Cuando no hay ambición de tener más que los demás para demostrarnos que somos mejores, cuando no ambicionamos lo que no tenemos o no es nuestro, el conflicto con los demás es casi innecesario, con nosotros mismos es inexistente.

          Cuando no hay conflictos con los demás o con nosotros mismos, podemos dedicarnos a ser lo que somos, algo que no requiere esfuerzo.

          Al depender solamente de lo que somos, no hay nada que hacer, lo que nos permite que al no depender lo que somos de lo que tenemos, ni de las opiniones de los demás, no hay nada que no podamos alcanzar, podemos llegar a ser aquello que deseemos, porque sabemos que es lo que no somos.

          Lo que somos, puede conseguir ser en otro ahora aquello que desee, usando la semilla de lo que está siendo puede hacer florecer cualquier yo que su siendo le permita. Viviendo en la aceptación y con suficiente, agradeceremos eternamente ser lo que somos y tener lo que tenemos, algo que nadie nos puede arrebatar.