Quizás la
individualidad más conocida es la del yo, esa que carga con el ego. En el “Libro de Mirdad”, es la palabra prohibida, la que no se debe pronunciar,
la que nos echa para atrás al darnos la responsabilidad y nos crea el ego.
Mirdad
enseña que la “Palabra Sagrada es: Yo”. Quizás
porque al contrario de lo que pensamos, es ese yo que percibimos o el demás, lo
que permite nacer el ego y no el Yo.
Cada ser,
cada cosa, cada inexistencia es: “Individual”, el Principio de Todo
es el Uno, la Individualidad, de un Yo que no puede ser percibido, al menos
siendo uno.
Hay en
matemáticas un concepto de “tendente a …”, por ejemplo:
nueve, coma nueve en periodo (9,9 periodo
), que tiende a … o es: “10”.
Algo que
nunca será, es lo que queda, lo que existe, un 10, al cual en no llegando se
materializará en un Infinito, tan cerca como nuestra impaciencia diga que ya
hemos llegado a ser 10.
La Individualidad es el Uno, Suprema, Eterna y Absoluta Individualidad, el Yo Sagrado de Mirdad.
La Individualidad es el Uno, Suprema, Eterna y Absoluta Individualidad, el Yo Sagrado de Mirdad.
Podríamos pensar
que ese Uno, salió de Dios, que existía en Él, es posiblemente, lo que es
nuestro entendimiento de Dios en la mayoría de las ocasiones. Un 0,9 en periodo que en el Infinito
se transforma en Uno con su Creación, por toda la Eternidad.
Pero hay
otras posibilidades, por ejemplo, la de Shakyamuni: “Todo tiene por Naturaleza
el Vacío”, obviamente, habría que encontrar
un número que explicase este Vacío siendo Buda, el Absoluto Todo, la
Individualidad sin Consciencia existiendo en un Aquí y Ahora Eterno.
Imagino que
si alguno de los que lo lean sabe, aunque sea un poco de matemáticas pensará
las burradas que dice este Yui Shin, pero es lo que tiene el aceptar la propia
ignorancia, puedes decir cualquier tontería que no se sujeta por ningún lado de
las matemáticas, y como no me veis, ni me pongo colorado.
Según Shakyamuni,
el Número Uno, la Individualidad Absoluta de todas las individualidades, el Yo
Sagrado de esta Individualidad sería el Cero (0).
Aparentemente
ha desaparecido la Individualidad, Todo, ha quedado en Nada.
Pero si
miramos en nuestro mundo, en nuestra ciencia, sabemos, que por mucho que
aumente nuestra capacidad de ver o percibir la existencia de cosas cada vez más
pequeñas, están compuestas de otras más pequeñas.
La pregunta
sería: ¿hasta dónde llega la individualidad, en lo infinitamente pequeño? Porque obviamente nosotros al igual que el Universo,
estamos compuestos de esas individualidades, que nunca llegan a ser, de lo
pequeñas que son, pero crean Universos Infinitos, el Universo Absoluto, el
Concepto Dios.
El número
Sagrado de la Individualidad, pienso que debería ser el: “Cero coma cero en periodo (0,0 en periodo) que se transformaría el último de los infinitos ceros en un Uno, siendo el origen de la individualidad. Que nos diría el número de
individualidades o ceros que hay en la Individualidad de Dios, en lo Absoluto, en Buda o en el Yo Sagrado”.
Porque sería
el número de Nadas Individuales que necesita el Vacío para manifestar los
Universos.
Es el Yin
de Vacío con su mitad Yang de Infinito, de Absoluto. El Vacío de Sakyamuni, tan
lleno de Nadas, que llegan a manifestarse como individualidad. Tan Eterno, tan
Inexistente, que por muchas de estas individualidades que existan, la
Individualidad, el Uno, solamente puede ser Vacío.
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