El que
busquemos tan frecuentemente la explicación de los Conceptos en las palabras o
lo que se dice acerca de su significado, dentro del idioma o en el uso común,
nos ha traído a que no necesitemos apenas pensar en lo que debieron desear
señalar los Maestros, los Creadores de las palabras que trataban de manifestar
la Relación del Absoluto con sus partes.
Algo que
trasciende la Dualidad o Unidad, algo que es inexpresable al tratarse de lo que
se puede imaginar del Absoluto y su Naturaleza. Las Naturalezas en cuanto a lo
Espiritual y Seidad de algo, carecen de entidad, no es algo que es portado por
algo, o es una cualidad o lo que puede ser manifestado o percibido, la
Naturaleza es lo que Es al Vacío que nos ha acogido, manifestado no en las
acciones sino en la manifestación de lo que somos.
No sabemos
lo que originó el Concepto de Perfección, pero uno usado con frecuencia es: “La
Naturaleza de la Perfección, es la manifestada por Dios o el Concepto al que le
demos nombre, como la cumbre de lo que podemos imaginar que representa el Todo
donde nos integramos”.
Mientras
que el Concepto de Imperfección, es atribuido a: “La Creación en la que nos
incluimos, que tiene que recorrer el camino a la integración o acercamiento a
esa Perfección del Todo, que nunca puede ser conseguida”.
Es la
Dualidad y la existencia en ella, lo que presupone este entendimiento de una
Naturaleza. Pero es una Dualidad, con la separación irreconciliable de las dos
mitades, de los opuestos, que a lo máximo que pueden llegar es a que las dos
mitades sean pegadas o acercadas la una a la otra.
La
Naturaleza del Yin y del Yang, cuando es comprendida hasta cierto punto al
menos, nos dice que: “Las Mitades no pueden ser separadas, pues no hay
existencia de la Una sin la Otra”.
Si miramos
nuestro cuerpo por ejemplo, si partimos de la división simple en dos mitades,
lo que nos enseña la Ley del Yin y del Yang o Dualidad es que:
“La mitad
superior es Yang y la inferior Yin.
A su vez, la mitad trasera de la inferior
y de la superior, son ambas Yin, y las delanteras Yang.
Cada una de esas partes, tienen el
lado izquierdo Yin y el lado derecho Yang.
Si pensamos que lo que es Yin es
femenino y lo Yang masculino, nos sería imposible determinar si algo es Yin o
Yang, o si es femenino o masculino, si separamos las dos mitades opuestas de
algo, independientemente de su tamaño, circunstancias o posición”.
Es algo
que sucede con cuanto observemos y califiquemos en la Dualidad.
Pero la
Naturaleza de lo que Es, o la Naturaleza de algo como Absoluto, no puede
participar o ser observado o percibido en la Dualidad. Carente de entidad
propia, no puede ser esencia o cualidad de algo, que crearía la Naturaleza de
una Entidad.
En
budismo, Shakyamuni enseña que: “Todo es Perfecto siendo lo que es, por ser Naturaleza de Buda”.
En ello no
puede haber Dualidad, ni ser observado desde la comparación o discriminación,
que es el determinar lo que es la naturaleza de algo por comparación con lo que
consideramos Unidad de partida, con la que ser comparado.
Es
entonces, cuando existiendo algo que consideramos perfecto, o la Naturaleza de
la Perfección, cuando nace la Imperfección en lo que contraponemos a este
Concepto.
Al igual
que el Yin no puede ser separado del Yang, en su percepción. Por ser los
nombres recibidos, por los opuestos que consideramos en la Dualidad, la
Naturaleza de la Dualidad siendo ambos, no puede percibirlos como diferentes u
opuestos.
La
Imperfección nacida de la Creación del Dios Absoluto, incluso aceptada su
imperfección por nosotros, su Naturaleza, dice que es Perfecta imperfección, al
no poder comparar lo que algo es, por ser único, en lo Absoluto.
No
pudiendo lo Absoluto, en su Naturaleza de Absoluto el percibir las partes.
Las
partes, son percibidas por otras partes en la Dualidad, en la que se percibe
separadas sus mitades, por eso se dice que es “El soñar con la
Irrealidad”.
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