Escucho la canción del ruiseñor.
El sol es cálido, el viento es suave, los sauces son verdes a lo largo de
la costa.
¡Aquí
ningún toro puede esconderse!
¿Qué artista puede dibujar esa cabeza masiva, esos cuernos majestuosos?
¿Qué artista puede dibujar esa cabeza masiva, esos cuernos majestuosos?
En la tercera imagen, buscador
percibe al buey. Ahora, habiendo comenzado a practicar, vislumbra los
poderes ocultos para curar su sufrimiento. Pero aún no entiende la fuente
de estos poderes y cómo aplicarlos en su búsqueda de la paz y la
satisfacción. El verso, al decir que "Escucho la canción
del ruiseñor. // El sol es cálido, el viento es suave, los sauces son verdes a
lo largo de la orilla", sugiere que
la realidad que vislumbra el buscador no es algo separado de lo común. cosas
que él experimenta, aunque todavía no lo sepa.
Apenas ha
dado el primer paso, tratando de seguir las huellas, cree que es el búfalo el
que se esconde. Pero hay que caminar muchas vidas en la equivocación, para
tener una en la que vivir realmente.
Entre nacimiento
y muerte, puede haber civilizaciones que nacen y desaparecen o solamente un
instante, a veces un único ahora sin tiempo. Vivimos innumerables vidas en un
segundo y una sola en el nacimiento y desaparición de un Universo. Porque solamente
en una Vida se encuentra la Naturaleza Eterna y es Ahora.
Por años,
por decenios, luchará incansablemente cortando y separando la hierba y cuanto
le oculta las huellas que busca.
Maravillándose,
a cada descubrimiento, de vivir plenamente instantes sueltos de la Maravilla
Absoluta.
Acaba de
percibir entre las altas hierbas, los arbustos y el amanecer, la silueta de
algo que sabe que es el búfalo buscado.
Lleno de
gozo, se prepara para poder alcanzar la Felicidad, la Satisfacción y la Paz,
domesticando a su Naturaleza Original.
Entrando por
una de las falsas puertas del Zen, se dispone a perder el tiempo, ufano y
alegre, engordando su ego hasta que no pueda transportarlo.
Al igual
que quien mirase tras el velo de Isis, nadie puede vislumbrar ni parte, ni la
Cara Original del Zen, sin morir sin verla.
Pero ha
entrado en el terreno del Búfalo, donde al domesticarlo, desaparecerá el
buscador y el búfalo.
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