No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

Si tenéis que pagar para entrar en la página, no es la original. Como digo a la derecha es Gratuita y sin publicidad.
Yui Shin

domingo, 15 de diciembre de 2019

VIVENCIAS

          Quizás, una de las cosas que admiro de mi Maestro, es su capacidad para no explicarnos, lo que pudiese limitar nuestra capacidad de entendimiento.
          Hay muchas cosas que se buscan en la Meditación, a veces lo que se considera inexistente o imposible de encontrar. Pero el esfuerzo, la constancia y la entrega, permiten que todo lo que se busca honestamente en Ella, pueda ser encontrado.
          Pero lo que encontramos es lo que buscamos, perdiendo cuanto hay en Ella, que no reconocemos por no estar buscándolo. Es por ello que saber lo que vamos a encontrar, nos impide reconocer lo que hemos encontrado, pasando de largo sin poder tan siquiera percibirlo.
          Mi Maestro, nunca me explicó lo que podía o debía encontrar, para avanzar y crecer en el camino que él me mostraba. Mis experiencias, fueron imprevistas, recibidas como cosas no deseadas, a veces pensando que estaba loco y que todo eran imaginaciones y fruto de la gente que me rodeaba.
          Sin embargo, podía observarme viendo lo que le estaba pasando a alguien, que era un desconocido para mí. Me burlaba de él, le compadecía en sus tonterías y absurdas actitudes y entendimientos, incluso argumentando y preguntándole qué le estaba pasando o cómo era posible que pensase o dijese semejantes locuras y tonterías.
          Recuerdo, que cuando habían transcurrido unos años, me preparé para ir a “dokusan” con mi Maestro. Esperé mi turno, sentado en seiza, y toqué la campana cuando llegó mi turno. El Maestro me llamó y yo dije que estaba preparado para ir. Me postré tres veces, me acerqué y comenzamos la conversación con mi pregunta.
          La había preparado, la había pensado y repasado desde muchos ángulos para mostrar la profundidad de mi entendimiento y sorprenderle.
          La respuesta que dio, era de las que había preparado. Sorprendentemente, alguien se entrometió en la conversación, respondiendo desde lo absurdo, con palabras que yo no sabía qué tenían que ver con la respuesta del Maestro.
          Mi estupor, me mantuvo en silencio, escuchando las locuras de aquél impostor que disfrazado de mí, hablaba desde la sinrazón y lo absurdo, en respuesta fuera de lógica y que me costaba reconocer como fruto de mi conocimiento.
          Desgraciadamente, la conversación se alargó más que otras veces, siendo incapaz de que el intruso, escuchase mis argumentaciones y dejase de decir locuras.
          Durante meses, intenté encontrar y comprender la lógica o en qué basaba el intruso sus respuestas. Durante meses me impidió responder al Maestro, llegando a pensar si este loco ocuparía mi sitio o sería mejor dejárselo. Pasado el tiempo y tras escucharle hablar sin ton ni son, sin lógica, sin base, sin saber por qué decía lo que decía, fui entendiéndole, comencé a ver el lugar que ocupaba al mirar las respuestas o las preguntas.
          Pasados los años, creo que hemos llegado a una buena convivencia, él habla de cosas del Zen y yo de las del día a día. Le dejo que escriba en mi bloc, y cuando alguien comenta, leo lo que hay escrito para poder responder al comentario. Pues todavía me toca razonar lo que escribe o dice, al intentar no inmiscuirme en sus locuras.
          Cuando leo acerca de la mente, de la conciencia o la consciencia, trato de nuevo de mirar en estas vivencias, para comprenderlas y al mismo tiempo, recordar que la lógica, es fruto de lo que una mente ve en un lienzo en blanco, en el que hay infinidad de mentes mirando y viendo cada una algo diferente.
          Las mentes ven, el lienzo en blanco, de un color u otro, ven dibujos, pinturas, gráficos o cualquier cosa que buscan los poseedores de esas mentes. Lo que ven, depende de la conciencia o de lo que es consciente el yo en el que está integrada la mente que piensa.
          Pero la Mente es el propio lienzo transparente, sin color, sin conciencia o consciencia de existencia.
          Misteriosamente todavía es Conciencia y Consciencia transparente de la Existencia, cuando desaparecido el yo, incluso el Yo es transparente, sin poder ser percibido.



No hay comentarios:

Publicar un comentario