No pretendo molestaros

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Yui Shin

jueves, 23 de enero de 2020

ERRADICANDO LA ENFERMEDAD

          Es un tema recurrente en las publicaciones y los mensajes subliminales de una existencia de felicidad. A veces cuando lees las publicaciones de un círculo de personas, ves cómo, todos entramos en el bucle de encontrar un método, de erradicar la enfermedad.
          Es algo que viene de antiguo, desde los albores del hombre, se ha buscado una salud que nos permita disfrutar de vivir. Al principio, tratando de encontrar un equilibrio en nuestra relación con el entorno.
          En India, con ritos, limpiezas, alimentación, respiración correcta y fe. En China tratando de equilibrar nuestras energías, no sólo en nuestro cuerpo, sino emocionales y mentales, con aquellas que nos rodeaban e influenciaban.
          Utilizar correctamente el aíre que respirábamos, el alimento que reponía las energías gastadas, cómo eran usadas esas energías, su distribución equilibrada y la incorporación de nuestro ser en el entorno.
          Pero un día, llegamos a la conclusión, que nuestra salud debía ser la que nos permitiese ser felices, con una felicidad que determinaríamos nosotros. Que éramos merecedores y teníamos el derecho a disfrutar de buena salud, independientemente de: Nuestras acciones, nuestra forma de alimentarnos, nuestra forma de respirar, nuestro uso del cuerpo, emociones y mente, y que la enfermedad debía ser erradicada, creando un equilibrio en la Vida de buena salud, independientemente de nuestra discriminación.
          Cuando gozamos de buena salud, desatendemos a nuestras células: Respirando llenos de orgullo y discriminación, orgullosos de esa buena salud. Desatendemos a nuestro cuerpo: faltándole al respeto, obligándole a hacer lo que no desea o puede hacer o vivir, destruyendo su equilibrio y bienestar. Desatendemos nuestras emociones: viviendo desequilibradamente, forzando nuestras vivencias emocionales y dejando de aprender de ellas al no vivirlas realmente. Desatendemos nuestra mente: no educándola y enseñando a pensar correctamente, vivimos en un mundo de deseos y pensamientos, que no tienen que ver con la realidad de lo que estamos viviendo.
          Todo ello es el rechazo de lo que somos, el deseo de ser otra cosa, puesto que con esa actitud lo natural es que el equilibrio de nuestro ser, sea el de un ser enfermo. El rechazar nuestro equilibrio, lo que somos, al rechazar lo que es la manifestación del equilibrio de nuestra realidad: “La enfermedad”, nos lleva a una de las mejores semillas de la infelicidad y el sufrimiento, según el budismo: “La discriminación”.
           En el mundo de los Espíritus Hambrientos, sólo existe el sufrimiento. Pero ese sufrimiento nace al serles permitido contemplar y percibir otros mundos. Pues donde sólo hay dolor, su ausencia nos llevaría a pensar si hemos perdido esa parte del cuerpo o de nuestro ser, o si no habrá muerto. Por lo que el sufrimiento sería la ausencia del dolor.
          Lo que somos, es nuestro equilibrio, no solamente de cuanto forma parte de lo que percibimos que somos, sino incluyendo la relación con el resto del Universo. La enfermedad, es lo que nos mantiene equilibrados en la relación, es lo que muestra el resultado de todas las energías que somos, en equilibrio.
          El conseguir, cambiar, no es por simple discriminación, ni tan siquiera por realizar un método de vivir. El cambio es continuo y permanente, con lo que al cambiar el entorno, lo que nos rodea influye de forma diferente en nuestro equilibrio. Si cambiamos de lugar de residencia, es posible que debamos cambiar nuestra dieta, nuestra respiración, nuestra forma de vivir y actuar, para equilibrarnos y reflejar una salud que nos permita ser felices.
          Pero la Felicidad, no depende nunca de ese estado de lo que somos, sino de la no discriminación, de la aceptación de lo que somos, que es lo único que tenemos para crear lo que seremos.
          Los métodos cambian, incluso para una misma persona, puesto que cambiamos continuamente nosotros y el entorno, el equilibrio o la forma de mantener un equilibrio que refleje una salud buena, es cambiando la alimentación, la respiración y cómo vivimos y nos relacionamos con el entorno.
          Aceptando lo que somos, buscando lo Correcto en todo, podremos encontrar el equilibrio que deseamos.
          Rechazando lo que somos, discriminando, o tratando erradicar una parte de nuestro ser, encontraremos el equilibrio en la insatisfacción, la enfermedad y la infelicidad.



1 comentario:

  1. Durante el transcurso de la vida, mucho debemos seguir aprendiendo...en especial de nuestros errores y tener conciencia que todo lo que hacemos de equivocado va en directa consecuencia a nuestra vida...tarde o temprano sucederá.

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