Si miramos
que la democracia aparece en los tiempos de Grecia, que Roma dice extenderla por
el mundo conocido. Qué evolución la lleva al derecho de pernada, al derecho
sobre vidas y hacienda, a la impunidad de aquellos que ostentan el poder para
servir al pueblo, para el abuso la violación y el robo de la dignidad de los
ciudadanos, que atemorizados dicen sí o no, según son ordenados.
Escuchando
de niño y en mi juventud, historias de “señoricos”, sus hijos y amigos, y de
aquellos, que de alguna manera ostentaban el poder en los pueblos de Andalucía.
Cómo en pueblos y cortijos, los servidores de los “amos”, no tenían hijos,
esposas o posesiones que no estuviesen para ser usadas por el “amo”, cuando a
este le apetecía.
Pero es
algo que he vivido, por muchas tierras, unas veces los abusos y violaciones,
son en unos aspectos, otras en otros, porque desgraciadamente el pueblo fue
despojado de su Dignidad, antes del nacimiento de la democracia, escrita en
libros, memorizada, porque no somos capaces de aprenderla, menos aún
practicarla.
Desposeídos
de Dignidad, hemos abusado y violado, a los vencidos en las guerras, a los
débiles en la convivencia, a los que las leyes ofrecían como trofeo de los
fuertes o los protegidos, creciendo en la Indignidad, pues difícilmente permitimos
entrar en nuestros hogares la Dignidad, en aras de sobrevivir al servicio de los poderes de
turno.
Los caballeros,
violando mozas que encontraban en sus viajes a caballo, solas por los campos.
Reyes y
nobles, decidiendo quién vivía o moría, quién poseía o era despojado, qué
mujer, niño o niña les apetecía de cuantos súbditos tenían para ser usados por
el poder.
Jueces que
dictaban y firmaban las sentencias que se les decía, impidiendo que la Verdad,
la Dignidad y la Justicia, entrase en sus salas, donde se abusaba y violaba
cualquier principio, y los despojos eran arrojados a las fieras, cual circo
romano.
Religiones
que seguían los dictados del poder, para amenazar con Dios a quien desobedecía.
Olvidados de que Dios ante todo y por encima de cualquier otro concepto: “Es
Amor”.
Pero hemos
olvidado lo importante, y es que somos los ciudadanos del pueblo, los que tarde
o temprano ocupamos los poderes, que somos el pueblo la mayoría que ejecuta lo
que son deseos del poder, que somos nosotros los ciudadanos de a pie, los que
combatimos, los que obedecemos y hacemos posibles los abusos y violaciones de
los poderes. Que el que sean posibles, la Corrupción, la Indignidad, los Abusos
y Violaciones, la Injusticia, y que prevalezca la Falsedad y la Mentira, no es
por los poderes, sino porque las portamos nosotros para ponerlas a su servicio.
Luisi
escribía esta mañana, que: “Si vas a pedir un par de huevos (mejor pide tres, que hay gente
que no se lo toma nada bien”. Pero hay veces, que cuando sabemos que nos hacen falta, hay que tenerlos para poder
pedirlos.
No hablo
de rebeliones, de peleas o luchas. Sino el defender a nivel personal e
individual: La Verdad, la Dignidad y la Justicia, portándolas y no obedeciendo
la Mentira, la Indignidad y la Injusticia, que nos llevan a Abusar y Violar,
para que al servir a los poderes, no seamos abusados y violados nosotros.
Pues como
dice el refrán: “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, ….”.
Y es que cuando
no somos útiles, cuando no somos necesitados, somos como los demás, esos que
hemos abusado y violado por orden de los Poderes.
La Dignidad,
semilla de la Democracia, no crece en los demás, solamente crece en: “Mí, yo,
conmigo”.
Evitar los
abusos y violaciones, no es cuestión de leyes, ni de que existan o sean
destruidos los Poderes, sino de que cada yo, tenga Dignidad, defendiendo y
protegiendo por tanto la Verdad y la Justicia.
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