En cada
época de nuestra historia o prehistoria, cada nuevo peligro o problema para la
continuidad del hombre en la Tierra, ha sido visto como un desequilibrio,
producido por: El mal, la no obediencia a los poderes, la falta de fe, o que no
obedecíamos las leyes naturales impuestas por nosotros.
Afortunadamente
con el comienzo de vivir guiados por la ciencia, los desequilibrios son
causados por: Contaminación de las aguas, contaminación del aíre, contaminación
emocional o mental, las líneas eléctricas, las pruebas nucleares, o cualquier
evolución o cambio que introducimos nosotros: combustibles fósiles, 5G, comunicaciones,
las frecuencias que producimos, los destrozos medioambientales o simplemente el
problema de siempre: Con nuestra forma de manifestarnos, introducimos cambios
que no somos capaces de asimilar e introducir los cambios necesarios en lo que
somos.
Pero en
general, podemos asegurar que los cambios por erupciones volcánicas,
glaciaciones o cambios en los que no intervenimos, sean los desequilibrios que
ponen en peligro nuestra continuidad.
Cada momento,
cada día, mueren estrellas, mueren planetas, desaparecen especies, porque no se
han adaptado a las condiciones y equilibrio existente. Por falta de tiempo o adaptabilidad propia, o por ambas
condiciones.
Pero siguen
naciendo las formas y la manifestación de la Vida, que mantiene el equilibrio
perfecto y constante en el que se manifiesta y existe la Vida.
El nacimiento
o mutación del Covid 19, es la muestra que asegura que la Vida, crea aquellas
formas que pueden existir en las condiciones de cada momento. Por lo que no es
la creación de un desequilibrio, sino que no podemos mantener nuestra presencia
en la existencia y manifestación de la Vida, por los cambios que hemos
introducido nosotros.
No solamente
a nivel físico, vibracional o manifestación energética, sino a nivel emocional
y mental. Es nuestra forma de sociedad, nuestra forma de relacionarnos,
nuestros deseos, nuestro hacer y nuestra responsabilidad o ausencia de ellas,
lo que hace las condiciones en las que un virus o bacteria evoluciona o nace,
adaptándose a las condiciones creadas, en las que la mayor parte son derivadas
o producidas en nuestra actividad o carencia de realizarla correctamente.
La decisión
de confinarnos las personas sanas, para que los demás no nos contaminen. Dejando
que algunos grupos sociales, sean los que tienen que relacionarse con los
enfermos y arriesgarse por mantener nuestra salud.
Que las
personas enfermas, no tengan la responsabilidad propia para proteger a los
demás, renunciando a acercarse a distancias que pueden contaminar a otros.
Que la
solución sea, pedir dinero y ayuda al pueblo, para que las ONG, sean las que se
ocupen de los necesitados y de la miseria que se deriva de la improductividad
de un confinamiento de personas sanas.
Que la
solución no sea, que las personas sanas tras comprobar su estado, puedan seguir
con una vida normal, renunciando a la convivencia con los enfermos, produciendo
y ayudando al mismo tiempo a que se recuperen. Y sobre todo que no se
encuentren con un problema, la pobreza, el hambre, la necesidad, tras salir
arruinados por impedir una vida normal de las personas sanas.
Porque la
solución de los problemas, no está en erradicar lo que pensamos que
desequilibra nuestro bienestar, porque lo que hay está en equilibrio.
Hay que
actuar con responsabilidad, aprendiendo de lo que hemos hecho, cambiando lo que
da como resultado el nacimiento de lo que nos destruye. Porque nuestra
fortaleza, nuestra capacidad de defendernos, nuestro sistema inmunitario,
dependen de lo que estamos haciendo ahora con las condiciones existentes.
Proteger a
los demás, advirtiendo y confinándonos nosotros mismos, cuando podemos producir
conflictos o problemas a los demás, haría innecesario que las personas sanas
dejasen su actividad, para mantener la convivencia social y económica.
No sé como
solucionarlo, pero sí, que los problemas creados son demasiado grandes para lo
que estamos solucionando y cómo lo estamos haciendo, llevando a muchas familias
a la ruina, la miseria y necesidad.
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