El primer hombre y la primera mujer,
se rebelan contra Dios, porque no quieren vivir en un Paraíso, en el que ellos
no han hecho nada para merecerlo o crearlo.
Eligen, crear el camino de regreso,
padecer, esforzarse, morir innumerables veces en el intento y convertirse en
Hijos del Dios de la Humanidad.
Hemos creado: Sistemas de convivencia,
religiones, relaciones, en las que alguien tiene que llevarnos de regreso al
Paraíso.
Los jefes tribales o de grupo, los
líderes, los reyes, los emperadores, la mitología y sus dioses, los dioses de
la naturaleza, el dios único, políticas de derechas, de centro, de izquierdas,
dictaduras, monarquías, repúblicas, democracias, anarquías.
Hay sistemas orientales en los que lo
importante es el grupo, occidentales en los que lo importante es la
individualidad.
Pero todos ellos, todos los caminos
que la Vida nos brinda para regresar, son caminos en los que, dirigidos o
liderados por alguien, permitan que retornemos al Paraíso perdido.
No hay rebelión, no hay sacrificio, no
hay esfuerzo de tener la responsabilidad de llegar y retornar al origen, no
continuar hasta el final del camino, cuyo final nos adentraría en el Paraíso de
Dios.
Tenemos rebeldes, que necesitan destruir
el sistema, el camino que caminamos, para crear uno nuevo automatizado, en el
cual no habrá que caminar.
Si nos introducimos en el Río de la
Vida, su origen no está a favor de la corriente, sino en las montañas o las
nubes.
Pero también puede estar en su final,
donde el Sol fabrica las nubes, que crearán el río.
Pero si permitimos que las aguas nos
arrastren al océano, necesitaremos las nubes y la lluvia, para llegar a las
montañas. Siendo llevados y traídos, pero nunca por nuestro esfuerzo.
Podemos nadar contra corriente:
Uniendo democracia y anarquía, reinados y repúblicas, individualidad y grupo,
aceptando la dependencia, de unos y otros.
El Dios Único y los Dioses, existen en
su Vacío, que no es ni tan siquiera Uno. Dios y la Creación, existen en ese
Vacío que carente de Discriminación alberga cuanto nace en Él, cuanto muere en Él,
incluso contiene aquello que no ha nacido ni nacerá.
Podemos nadar incluso a favor de la
corriente, cumpliendo con los sistemas, con las religiones, aceptando nuestra
responsabilidad de entendimiento y lo que hacemos con lo que recibimos.
Destruir el río, crear otro río, con
receptáculos o barcas que impidan que nos mojemos o tengamos que nadar, nos
llevará hacia donde dirijan la corriente los creadores del río, los creadores
de ese nuevo sistema que nos llevará a la Humanidad, a la Felicidad, a la
Igualdad.
Cada gota del río es diferente, cada
átomo de cada gota es diferente, cada día el agua del río es diferente, como
las nubes, el océano, las montañas y la lluvia.
Porque es la aceptación de: “Lo que Es”,
lo que cada individualidad es, lo que creará el Paraíso, que constantemente
nada en el río donde nos estamos bañando: “Ahora”.
La creación del Paraíso es nuestra
responsabilidad, porque nadie nos llevará a Él. Porque Dios no ha creado el
Paraíso donde vivamos, sino que nos da Libertad de vivir en Él si lo creamos en
cada Ahora.
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