Cuando un animal encuentra, que hay
gran cantidad de otros que le sirven de alimento, aumenta su número,
disminuyendo la cantidad de alimento por cada uno de ellos. Lo que los lleva a
disminuir los nacimientos con lo que el alimento continúa constante o aumenta.
Las plantas cuando la especie que
alimenta aumenta demasiado, crean defensas que hace que los animales no deseen
tanto comer de ellas o que mueran parte de los animales que comen de ellas.
La Naturaleza siempre reacciona
Humanamente en su equilibrio, no permitiendo exceso o carencia, manteniendo el equilibrio
entre cuantos conviven en un espacio.
El hombre desea o necesita madera,
destruyendo los bosques.
Necesita carreteras para moverse,
destruyendo campos, bosques, hábitats, cambiando cursos de arroyos y
manantiales, y cuanto sea necesario para su comodidad.
Necesita segunda casa, mansiones,
casas más grandes, más independientes, lo hace destruyendo cuanto se lo impide.
Necesita electricidad, agua corriente
en casa, y puede destruir o cambiar: ríos, crear pantanos, destruir pueblos,
bosques, erradicar plantas y animales, todo por conseguir evolucionar en su
forma de conseguir sus deseos.
En aras de tener y almacenar, mucho
más de lo que necesita, crea hambre y necesidad en otras zonas como equilibrio,
contamina ríos, mares, aíre, sus alimentos y su cuerpo.
Todo ello contaminando su mente, su
alma, su espíritu al erradicar la Humanidad de su naturaleza animal.
Todo a nuestro alrededor nos enseña la
acción de la Humanidad, a veces con cataclismos que nos parecen castigos, otras
con acciones o accidentes naturales, que nos parece que la Vida ha dejado de
amarnos.
Pero es el equilibrio natural que
permite que todo funcione sin excesos o necesidad, en la que todo es protegido
y atacado, comido y alimentado, sin discriminaciones y desde un amor
incondicional por cada uno de nosotros, los que existimos en la Tierra, en el
Universo.
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