Si se determina que una está arriba,
la otra estará abajo; si una es buena la otra será mala; incluso puede darse
que una sea pequeña y la otra grande, sin dejar de ser iguales.
Es el Yin y el Yang, que se considera
en cada individualidad observada, como teniendo en su existencia esas dos
mitades, sin posibilidad de que deje de manifestarse en ningún momento o
circunstancia.
Nuestra relación con la Dualidad, es
sólo por medio de saber lo que se ha explicado de Ella. Sin embargo, nuestro
vivir, hacer y actitud ante la existencia, es la de incomprensión de que no
puede dejar de hacerlo en esta Dualidad de opuestos o polaridades contrarias,
siendo que es la forma simple de percibirla en sus dos mitades.
Nuestra búsqueda siempre ha
significado, que hay que destruir una mitad, para conseguir una vida plena y
feliz, una convivencia de hermandad y humana, evolucionar hasta alcanzar el
estado de divinidad.
Olvidamos, que el Uno por su propia
Naturaleza está obligado a conservar sus dos polos opuestos. Que no se puede
destruir: El Mal, la Guerra, el Odio, ni la Ignorancia. Su destrucción
conllevaría la desaparición del propio Uno, que no puede existir con una sola
mitad.
Incluso en lo Absoluto, para tener dos
mitades o ser absoluto, algo tendría que estar actuando de observador, para percibir
este concepto. Por lo que al desaparecer la percepción de lo Absoluto, se
crearía un estado de Vacío, donde no habría: Observador o algo que pueda ser
observado, que podría llevarnos a considerar ese Vacío, como la No-Existencia
de algo.
Incluso el Vacío del budismo, es Dual,
tiene sus dos mitades, existen los opuestos. Pero quién si triturásemos el
Universo, si lo convirtiésemos en polvo fino, en partículas o átomos, podría
encontrar la Tierra, o una constelación, o saber lo que él es.
Es algo parecido a lo que sería ese
Vacío, todo existiendo en Él, sin discriminación, sin percepción de separación
y sin ego. Todo existiendo como las células de una individualidad, que no
conocen la individualidad, ni se perciben separadas de las otras células, cada
una manifestándose en lo que ella es y siendo al mismo tiempo la Individualidad
en la que un observador externo pensaría que es una parte de ella.
Pero esa célula, ese átomo, no es
parte de una Individualidad, sino que su Ser ella misma, la hace solamente Ser,
olvidando el yo limitador de lo que es su Realidad de Ser.
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