Es curioso, que al mirarnos al espejo creamos que la imagen reflejada somos nosotros.
No somos conscientes, que el tiempo
entre que al ponernos enfrente y es reflejada nuestra imagen, siendo instantáneo, contiene infinitos ahora en los que hemos cambiado.
Que desde que la imagen es contenida
en el espejo, hasta que la percibimos y somos conscientes de ello, siendo otro
instante, contiene infinitos ahora en los que hemos cambiado.
Obviamente la imagen del espejo es de
alguien que fuimos, pero no lo que fuimos,
Lo que percibimos es sólo la imagen de
alguien que fuimos, pero no lo que somos.
Siendo todo ello diferente y
cambiante, no deja de ser lo que estamos siendo en nuestro Ser.
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