Siendo la Ignorancia, el contenedor
donde nace la Sabiduría.
Ante los conflictos, los grandes
problemas, las guerras, la ira o el odio, el Maestro, invita a tomar una taza
de té y si lo has tomado, que laves lo que has usado.
Es la simpleza, la Sabiduría Ignorante
del Maestro.
Pero hay una simpleza que a veces, no
proviene del contenido natural de la Ignorancia, sino de haberla llenado con el
yo.
La respuesta a veces puede ser la
misma: invitar a tomar una taza de té o lavar lo que se ha usado.
Es la respuesta que dio el Maestro, la
hemos oído y leído, lo hemos repetido innumerables veces, y nos sorprende que
no seamos Maestros, que no seamos Sabios, si damos las mismas respuestas.
La simpleza de las conversaciones, de
las opiniones, del entendimiento y de lo que queremos enseñar a los demás,
puede ser desde la Sabiduría o desde la simpleza de la Ignorancia.
Pero la importancia real para cada uno
de nosotros, no está en la procedencia de la simpleza, o si repetimos lo que
hemos memorizado o proviene de nuestro corazón, lo importante es escuchar,
vivir en la Gran Duda, en la búsqueda de nuestro Ser.
Porque es desde ese lugar, desde donde
viviremos en la responsabilidad de lo que hemos entendido, en la
responsabilidad de lo que hemos hecho, es entonces cuando al dar nuestra
opinión, no pretenderemos enseñar, sino aprender de las respuestas, porque eso
es la Gran Duda que hace que la Realización sea Grande, según dicen los Sutras:
Gran Duda, Gran Realización.
La simpleza nace de ser simple, pero
la simpleza de la Sabiduría sólo debe aparecer cuando hemos llegado a ella, no
cuando el yo ocupa su lugar.
Es cuando el Maestro nos recuerda que
no hay ningún problema en nuestra existencia, si cuando la Vida nos da una taza
de té, tomamos una taza de té, disfrutando de ella, usando la energía que nos
da, para lavar lo que hemos usado, lo que hemos creado.
Dicen que soy poco amigable, no pongo
emoticonos en los escritos, no invito a café, ni cuento mi vida, mi día a día.
Sólo comento y digo mi opinión en
algunos de los que leo y que pienso que tiene cabida esa opinión.
Otras sólo los leo, su simpleza de
Sabio, no admite otro lugar desde donde mirar, más que el de la persona que lo
publica.
No he llegado al lugar desde donde
invitar a tomarse la taza de té o café, o decirle a alguien que tome lo que la
Vida le da en cada ahora, bebiendo y usando lo que contiene la taza “Correctamente”,
como dice el Camino Óctuple.
Sólo puedo dar mi opinión de lo que
leo, para quien le sirva porque complemente su conocimiento o porque señale el
lugar donde no le vale la pena mirar.
Sabiendo lo que quien lee las
publicaciones pueda desear, sólo puedo dar lo que soy, para quien le interese y
ayude lo que publico.
Es por ello que publico en abierto,
para que todos puedan entrar, sin necesitar permiso. Es por ello que cualquiera
puede opinar y expresar su opinión. Es por ello que a quien no opina, sigue
abierto lo que publico igualmente.
La Publicación es libre, de entrar o
salir, y la mía de escribir mi pensamiento o lo que puedo expresar.
No soy simpático, ni pretendo tener
más o menos lectores, tampoco me dedico a complacer egos, pues tengo suficiente
con el mío.
Sólo que leáis lo que os ayude, que si
queréis expresar vuestro pensamiento o entendimiento lo hagáis, pues esta
publicación es libre, y no es necesario que seáis mis amigos o tengáis que
solicitarme u ofrecerme amistad.
Porque la pretensión de lo escrito es
si puede ayudar a alguien.
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