“Cualquier cosa que posean hoy, pertenecía a otra persona el día de ayer y pertenecerá a otra diferente el día de mañana. Erróneamente ustedes han disfrutado de esa idea de pertenencia. Es esta falsa felicidad la causa de sus penas”. Bhagavad Gita.
Publica hoy Brisamarina esta frase del
Bhagavad Gita. Es impresionante que estas frases tan simples y tantas veces
traducidas, sigan invadiéndonos de curiosidad por entender su significado.
El libro es parte del Mahbharata, el
libro épico del hinduismo, base junto con los Upanishad y los Vedas de su
filosofía.
Cuando Shakyamuni, como hindú buscó Maestro
que le guiase a encontrar la Verdad, lo hizo dentro de estas enseñanzas y
filosofía. Llegando al máximo que varios Maestros pudieron llevarle, sin
encontrar la satisfacción y el creer que había llegad a la Meta.
El pertenecer o no pertenecer, conlleva
siempre un yo y un objeto, o lo que es lo mismo: Un Creador Brahma y una
Creación o Universo.
Que exista un ayer, un hoy y un
mañana, implica también la existencia de un yo, no necesariamente de un ego,
pero sí del Concepto de yo y otro.
Como resultado, hay un yo que puede
poseer la felicidad y por tanto, hace necesario crear la pena.
Incluso, cuando Shakyamuni, habla de
la Inexistencia del yo y del ego, quienes escuchaban sus palabras de no
posesión, entendieron que había que renunciar a lo que poseían.
Encontraron refugio en la negación de:
Dualidad, existencia de algo que no fuera el Vacío, de la existencia del ego y
de la posibilidad de poder vivir en la Verdad, en la Vigilia, todo era Sueño,
Mara, Irrealidad e Ignorancia fuera de la Iluminación y Sufrimiento fuera del
Nirvana.
Los que escuchaban y muchos
discípulos, siguieron las palabras, conservando lo que Shakyamuni había
destruido en sí mismo: El yo, que posee o no posee, el que tiene o no tiene
ego, el que está Iluminado o sumido en la Ignorancia, el que sufría o
encontraba el Nirvana.
Hay veces que cuando nos dicen Yo,
entendemos yo, cuando nos dicen que no existe el ego, entendemos que no podemos
usarlo, incluso poseerlo.
No hay yo, no hay ego, no hay nada que
pueda ser poseído al no haber poseedor.
Todo es Buda, tal como es. No hay nada
fuera o dentro de Buda.
Siendo Buda, ni tan siquiera puede
existir Buda, al no haber quien le nombre o dé nombre, al no haber algo que
pueda percibirlo, sólo como Vacío puede manifestarse siendo Nada.
Pero seguimos sufriendo, por lo que
poseemos y podemos perder. Sufrimos por lo que deseamos y no podemos poseer. Sufrimos
por si caemos enfermos cuando estamos sanos, y por estar enfermos cuando creamos
el equilibrio para que exista la persona enferma.
No es fácil desde el entendimiento,
encontrar cómo incorporar estas frases en lo que somos, en lo que manifestamos.
Crear de acuerdo con sus principios, con su significado más allá de las
palabras, le costó un gran esfuerzo a Shakyamuni.
Él fue consciente en su Yo de lo que
somos, nos lo dijo, y nosotros simplemente creímos sus palabras, consideramos
suficiente sus palabras.
Luchamos contra nuestra mente, nuestro
yo, nuestros deseos, nuestras posesiones, por entrar en nuestro interior, por
abandonar nuestro ego.
Pero cuando hemos abandonado todo, creemos
haber entrado en el Nirvana, porque no hay algo que sea nuestro, ni el yo ni el
ego. Olvidando que hemos entrado en el Nirvana.
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