Los demás son los culpables de
nuestros problemas y la destrucción de todo lo bueno que creamos.
Si miramos a nuestro alrededor, en la
casa, en el continente, en la Tierra o el Universo, vemos que lo único que
funciona mejor con: Una mano, un ojo, un pie, son los tuertos, los mancos y los
cojos.
No importa lo fea que sea nuestra cara
o nuestra espalda, necesitamos las dos para existir. Sin las partes diferentes,
indudablemente si fuésemos un gran ojo solamente, veríamos muy bien, pero sin
el cerebro no sabríamos que estamos viendo o qué vemos. Nuestra capacidad de
oír, oler, sentir o simplemente saber que somos un ojo, sería nula, pues lo
único que no podríamos ver es lo que somos: “El ojo que ve”.
Los bosques son muchos árboles
diferentes, un solo árbol enorme, no nos permitiría caminar y pasear entre
ellos. Si sólo hubiese Sol, nunca podríamos ver las estrellas a simple vista.
Si fuese la Luna, estaríamos siempre a oscuras, al no poder reflejar la luz del
Sol.
Lo único que hace el Universo es vivir
en armonía, unir lo diferente creando las circunstancias, unas veces favorables
para unos y desfavorables para otros, pero siempre sirviendo para vivir en una
Impermanencia que le permita conocerse y aprender acerca de sí mismo.
Nosotros confrontamos todas las
diferencias, para encontrar el desconocimiento de nosotros mismos: como raza,
como sexo, como pensamiento, como Humanidad, como Tierra, como Universo.
Izquierda y derecha, cabeza y pies,
hombres y mujeres, adultos y jóvenes, jóvenes y niños, blancos y de otro color,
ricos y pobres, enfermos y sanos, personas y animales o plantas, nuestros
intereses y los de los demás, una lista imposible de construir o de enumerar
al completo, que nos ha impedido: Caminar, ver, oler, sentir, amar, hacer o cualquier
actividad que pueda manifestarse en armonía.
El que las instituciones y los
gobiernos, luchen contra los intereses del pueblo. Que el pueblo luche y haga
imposibles los sueños y deseos de los integrantes del pueblo. Que la Indignidad
del pueblo, sea la base donde se crían los políticos, los poderes corruptos y
las relaciones sociales entre lo diferente.
Son las cosas que vemos en nosotros y
nuestro vivir, y lo que podemos ver en el espejo donde el Universo se
manifiesta. El cristal donde se refleja la armonía y nuestro vivir en la
confrontación entre la mano hábil y la inútil, el pie que manejamos bien y el
otro, entre nosotros y el resto del Universo.
Y es que todavía no hemos encontrado
el espejo correcto en el que mirarnos, pues consideramos que un espejo tan
viejo como el Universo, no puede darnos una visión real de la armonía y el
amor, que desesperadamente buscamos para destruirlo.
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