En un jardín enorme, lleno de árboles,
no nos prohibieron comer animales, sino sólo de un árbol. La desobediencia al
poder era castigada, la obediencia premiada.
Si unos padres tienen tres hijos, obviamente,
la madre tiene que tener hijas con sus hijos, o en algún lugar de donde nos
mandaron, tenía que haber humanoides hembras, que por las buenas o las malas,
nos diesen hijos, pues éramos los que habíamos bajado de los cielos y ellos
simples mortales.
Posteriormente podemos hablar de
poderosos y de Poder, borregos y perros pastores. Todos se hacían poderosos,
mediante el abuso y violación de los demás, ejercido por los borregos y los
perros.
En los libros se habla de mujeres del
Poder, pocas veces de borregas. Quizás era porque la mujer era un bien público,
que se llevaba a las orgías para ser usadas como distracción o simplemente te
comprabas una para tener hijos. Lo que hizo que las mujeres o tenían poder y se
dedicaban al abuso y violación, o eran víctimas como los perros y los borregos.
La sociedad ha evolucionado y ahora
incluso el poder es democrático, nosotros los borregos siempre lo hemos sido,
hemos podido obedecer lo que decía el poder y éramos aplaudidos por los perros.
Hay restaurantes con un gran número de
platos, los alimentos han evolucionado y podemos comer gran cantidad de
comidas: Obreros, jefes, funcionarios, políticos, autónomos, ricos,
hambrientos, viajeros, emigrantes y un número infinito de platos.
Desgraciadamente seguimos en lo mismo:
Vegetal, animal o pescado, Poder, perros o borregos, que ahora con la libertad
que nos concede el poder, pueden ser femeninos o masculinos.
Si miramos alrededor, cuando los poderosos
se cansan de guerras y peleas, simplemente se reparten el botín, para ti occidente,
para ti oriente y para mí América y Groenlandia, y de vacaciones nos vamos
todos juntos a Gaza, donde podemos embarcar con los perros y divertirnos con
los borregos.
Obviamente, la diversión del poder
siempre ha terminado con el mismo juego: El abuso, violación o esclavitud de
los borregos, que cuando lo poderosos se cansan de usar, se los dejan a los
perros.
Al final da igual lo que nos ofrecen,
tenemos que sonreír y abrirnos de piernas o doblar el espinazo, para que no se
tengan que doblar ellos. A veces para que nuestra postura no nos cause
molestias, somos llevados a la cama o en el suelo, bocarriba o boca abajo, se
nos pide que sonriamos.
Pero siempre nos queda estar
agradecidos, porque podemos comer algunos días e incluso calentarnos en
invierno o refrescarnos en verano, porque les somos necesarios para su poder.
La economía es nuestro pan del día, va
como un cohete, nos cobran impuestos porque el salario mínimo ha subido mucho,
el gobierno no tiene la culpa de que tengamos problemas para comprar alimentos,
pagar la luz, comprar o alquilar un piso o darle de comer y pagar el colegio de
nuestros hijos.
Para todo ello tenemos ONG y la Seguridad
Social, que no funciona porque los borregos no hacen bien su trabajo.
¿Nuestra subsistencia en libertad?,
Vegetariano, comer carne o pescado, si podemos pagarlo.
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