A veces uno
de nuestros padres, nos mima, consiente y compra cuanto deseamos y pedimos. Un
día nos encontramos que se ha ido con alguien y se ha llevado todo lo que tenía
valor, junto con el dinero. Para nosotros y para quien se ha quedado, su
herencia es la hipoteca y las deudas generadas por el mantenimiento de dos
familias y el malcriarnos. Salir de nuestra casa, del colegio privado, sin
caprichos, sin buena y abundante comida, hacen que nuestros reproches, quejas y
comienzo de rencor, nos vayan dirigiendo a la indiferencia hacia quien se ha
quedado con nosotros y bien o mal, acertadamente o equivocadamente, es quien se
esfuerza por darnos lo que puede, con aquello que queda tras pagar la deuda que
le ha dejado quien se fue.
Nuestra decisión es simple: ¿seguimos siendo niños y nos enfurruñamos en el rencor hacia quien ha quedado? o ¿crecemos y ayudamos, incluso a tomar decisiones más correctas, mostrando nuestra madurez?.
Nuestra decisión es simple: ¿seguimos siendo niños y nos enfurruñamos en el rencor hacia quien ha quedado? o ¿crecemos y ayudamos, incluso a tomar decisiones más correctas, mostrando nuestra madurez?.
Ir a visitar
a los familiares de quien nos ha arruinado y abandonado, para que nos cuenten
mentiras, no es nunca la solución.
Desde la
época del Paco, los estamentos que funcionan con dinero nuestro (lo público),
han necesitado aumento de las subvenciones anuales, porque han generado
perdidas cada año. Nunca ha importado la cantidad entregada, a fin de año
siempre ha sido insuficiente.
En nuestros
días no se construyen tantas escuelas y universidades, las infraestructuras
están hechas y solamente necesitan ajustes. Al haber menos niños, lo natural
sería que sobraran edificios, que podrían generar dinero para reinvertir.
El sistema de
enseñanza que tenemos, estamos viendo sus resultados indicando que necesita un
cambio.
En los
colegios, institutos y universidades, lo que prima es: enseñanza de izquierdas
y los sindicatos de estudiantes. Yo siempre he creído, que estas instituciones
estaban creadas, para enseñarnos el amor al conocimiento.
En lugar de
enseñar y estudiar, sus gentes salen a la calle pidiendo más y exigiendo que lo
suyo no se toca. El problema es, que nadie quiere que lo suyo se toque. ¿Acaso
hemos olvidado que quien: ha malgastado, malcriado, dejado la deuda y arruinado
a la familia, es el que se ha ido?, ¿Que si hablamos con sus familiares, nos
dirán que la culpa es del que está con nosotros?
En realidad,
no conozco mucho acerca de la reforma de la enseñanza, pero sigo sin entender
que se vaya contra ella, mezclando las becas, la privatización o no, el número
de estudiantes y cuántos sustitutos tiene que tener cada uno de los titulares
de plaza, con el que se quiera enseñar de otra manera, exigiendo más, comprobar
lo que se ha aprendido de vez en cuando y que todos los españoles desarrollen
unos conocimientos parecidos.
Si los
españoles no podemos pagar más, ¿no sería más importante que todos tuviésemos
acceso a la enseñanza, importando más su calidad, que si es pública o privada?.
En general,
los sueldos públicos no son más baratos que los privados, el tener un puesto
garantizado, no le da mayor calidad o esfuerzo a los profesores, y hay
demasiados trabajadores públicos, que lo son por el carnet no por oposición.
La función
pública es imprescindible, tiene un gran valor, cuando: las personas que la
ejercen tienen vocación pública, más que por un puesto seguro; son las
necesarias y han aprobado su oposición, y exigen, sin usar de rehenes a los contribuyentes
que aportan el dinero para sus salarios. Lo que sí deben de exigir y denunciar,
es a todos esos que cobran: sin ir, sin méritos para el puesto que ocupan, sin
opositar, que están por ser familiar o amigo de … solamente y demás
irregularidades que les desprestigien. Ellos deberían ser el que se ha quedado
con los hijos, esa es su labor como trabajadores públicos.
Las huelgas
patrocinadas, por los familiares de quien se ha ido dejándonos en la ruina, que
alaban sus cualidades, que solamente critican y quieren la destrucción de quien
ha quedado, para pagar su abandono y malcrianza nuestra. Somos nosotros los que
libremente, debemos decidir qué debemos hacer, de nuestra decisión depende
nuestro futuro. La enseñanza anterior, nos ha traído a una sociedad que se
mueve con pastores, han sido métodos que han creado borregos que ven con el ojo
izquierdo o con el carnet, y cuando no, ven lo que les dicen.
En una
sociedad sana, hace falta toda clase de ciudadanos, no tienen que ser todos
universitarios, porque sería catastrófico. Deberíamos invertir nuestro dinero
en quien se lo merece, no en quien quiere vivir bien. Deberíamos exigir
catedráticos que les guste desarrollar el amor al conocimiento, en lugar de
impartir doctrinas. Deberíamos mirar más los resultados, que lo que nos dicen.
En muchos
países, tienen el derecho a la enseñanza, y los niños caminan Kms. para ir a
una escuela, donde solo tienen dos libros para todos, estudian en casa a
oscuras y comen mal. Probablemente, alguien no los ha malcriado, les ha
enseñado que para tener el derecho a que los demás paguen sus estudios, deben
satisfacer el derecho de ellos a su esfuerzo.
Muchas gentes
han salido para defender un método y un modelo de enseñanza, porque es de
izquierdas, no importa si funciona, “este es el de nuestro familiar”.
Deberíamos crecer y ayudar a hacerlo bien, al que se ha quedado con nosotros,
no sonríe, no habla mucho, pero es quien se ha quedado con nosotros, para pagar
todo lo que se ha malgastado.
Miremos y
exijamos saber cuanto se da a cada colegio, a cada instituto y universidad,
cómo se usa ese dinero, los sueldos de quien cobra de esos dineros, los
resultados que se obtienen. No vaya a ser que el problema esté, en que se
malgastan los recursos y no en que sean insuficientes. Estudiemos en qué se
puede ahorrar y una vez que lo que hacemos nosotros, sea correcto; estemos
seguros que nuestro centro no malgasta, y que usamos y aprovechamos
correctamente los medios y edificios que nos han sido confiados, sabremos si se
debe pedir más para becas, matriculas u otras cosas. Estoy seguro que para
entonces, sabremos si se puede pedir más.
La enseñanza más que publica o privada,
debería ser “Amor al conocimiento”, recordemos que la mayoría de los que exigen
la enseñanza pública, mandan a sus hijos a la privada si pueden. La enseñanza
debe ser universal, asequible, y una obligación. Ejercida por Maestros, libres
de carnet, y que quieran aprender de sus alumnos, solamente quien ama aprender,
puede dar y compartir dicho amor. ¿Pública?, ¿Privada? o ¿enseñanza?
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