Hsin Hsin Ming
VERSOS DE LA MENTE PURA. EL LIBRO DE LA NADA
Mis primeros años en Bukkokuji,
transcurrieron rápidamente, en ellos no veía Tv, ni leía periódicos, ni oía
radio. No recuerdo los libros que llevaba, podían ser dos o tres, no hay para más
en el macuto. Uno de ellos era el, “Tao Te King”, un día lo estaba leyendo al
sol, a orillas del estanque, el Maestro me preguntó y me dijo que me lo guardaría
hasta mi marcha.
Algún tiempo después alguien que vino nos regaló una traducción al inglés de: “Hsin Hsin Ming”, yo lo traduzco como, “Versos de la Mente Pura”, pues me parece más correcto que: Verdadera fe, o algo que tenga que ver con la “fe”.
Algún tiempo después alguien que vino nos regaló una traducción al inglés de: “Hsin Hsin Ming”, yo lo traduzco como, “Versos de la Mente Pura”, pues me parece más correcto que: Verdadera fe, o algo que tenga que ver con la “fe”.
Los siguientes versos de él son acerca de la
dualidad.
“No
permanezcas en el estado de dualidad; evita cuidadosamente esas luchas.
Si queda
rastro de esto o aquello, de lo correcto o lo incorrecto, la esencia de la Mente se perderá en la
confusión.
Aunque todas
las dualidades proceden del Uno, no te apegues ni siquiera a este Uno.
Cuando la
mente existe imperturbable en el Camino, nada en el mundo puede ofender; y
cuando ya nada puede ofender, todo se percibe diferente a como se veía antes.
Cuando no
surgen pensamientos discriminatorios, la mente de antaño deja de existir”.
Desde un
principio su lectura me causó una profunda impresión, es tan simple su música,
su forma de expresar las cosas que nos resultan complicadas, que todavía lo
conservo y me gusta leerlo de vez en cuando.
Hoy me he quedado con estos
versos, que nos avisan acerca de la vida que tendremos, viviendo sumergidos en
la dualidad o si conseguimos trascenderla.
Es difícil en nuestra educación y
percepción de lo que es la realidad para nosotros, entender correctamente una
explicación tan sintetizada y directa.
Una de las bases de la dualidad
es, nuestra necesidad de conocer las cosas por comparación con su opuesto, lo
que origina la inseguridad y la falta de confianza.
Nuestra mente está construida por
medio de conceptos, extraídos del análisis y comparación de las cosas, desde el
origen de los tiempos. Es por tanto natural que nuestra percepción de la vida,
esté principalmente influenciada y relacionada con lo que la mente ha
percibido. De todas maneras, la mente es solamente el caballo de la carreta, no
el carrero, y es por ello que este poema y muchos Maestros, intentan que
percibamos la Vida, en lugar de quedarnos en la vida de la mente.
Lo bueno y lo malo, yo y otros;
el mirar lo que somos comparándonos con los demás; lo que somos con lo que
hemos sido, o peor aún con lo que queremos ser; dios y la creación. Todo nuestro
entendimiento está en comparar, lo que percibimos con nuestros: conceptos,
intereses, gustos, deseos, necesidades, escala de valores y personalidad. Debido
a que lo natural es, que ambas cosas sean diferentes, el germen de la frustración
y depresión, está plantado. Es por tanto lógico que nuestra vida, se encamine
hacia, conseguir logros que nos den autoestima, nos coloquen por encima de los
demás; luchar por demostrar que somos, valemos y tenemos, más y mejores, que ….;
La Mente
Pura, solamente puede expresarse fuera de la dualidad, fuera por tanto de la
comparación, el análisis o la polaridad. Incluso la percepción de esta
no-dualidad, no debe, ni puede existir. Es entonces, cuando las cosas son totalmente
aceptadas, por lo que son en este preciso instante.
Esta visión
de la vida, cambia totalmente, no la realidad, sino nuestra percepción de ella,
por primera vez podemos aceptar y amar la vida por lo que es,
independientemente de nuestra percepción, al no comparar, ni analizar. Esto parece
llevar a una falta de interés por el conocimiento, siendo que es al contrario. El
que mi Maestro me pidiese el libro, no fue para que aprendiese solamente lo que
Él me dijese. Al no leer otras ideas y conceptos, construyendo con ellos una
mente estructurada y rígida, Él pudo con gran esfuerzo y paciencia, ayudarme a
que pudiera ser un carrero inexperto, que una pequeña parte de Buda pudiera expresarse
en mí, al no ser el caballo de la mente quien controla mi vida.
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