Los
científicos tratan de encontrar la naturaleza de la vida y los teólogos la de
dios, cada uno lo hace a su manera, sobre todo para demostrar la verdad de sus
apreciaciones y teorías.
En la
antigüedad muchas civilizaciones y sus filosofías llegaron a la conclusión que
el origen de todo era el vacío, la nada y que de ella surgió todo lo que
existe.
En el Sutra
budista “Hannya Shingyo”, Avalokitesvara en su meditación profunda realizó el
vacío de la materia y los cinco “skandas”. Que la realidad última de todo es el
Vacío, que la felicidad está en la indiscriminación a la que nos lleva esta
realización.
Este VACÍO de
infinita Aceptación y Entrega es lo que
podríamos realmente llamar: Amor o Dios.
Este Vacío
que nos atemoriza, es el que necesitamos en cualquier actividad de la vida para
realizar algo. La naturaleza del techo está en el vacío de la habitación, que
permite que cuando penetramos en este vacío, podamos tener algo por encima, a
lo que llamamos techo. Este mismo techo sería imposible en una habitación sin
vacío (maciza), incluso haría imposible la habitación. Si la vida no tuviese
vacío, ¿Dónde podríamos situarnos?, todo, ocupa un espacio que no está ocupado
por nada más y Todo existe en el Vacío que es la Vida.
El principio
de manifestación de este VACÍO, lo encuentro explicado, en la pregunta que
realizó Mokurai, un Maestro zen a su discípulo, ¿“Cuál es el sonido de una mano
al aplaudir”? Podríamos decir, que el sonido de esta única y sola mano
existente (el VACÍO), es todo el Universo, incluidos todos los universos que
pudiera haber en Él.
Cuando
Joshu un Maestro zen, le dice al
discípulo, que el perro no tiene naturaleza de Bhudha, está contradiciendo al
mismo Bhudha y a él mismo, que en otras ocasiones había dicho que sí.
La naturaleza
de la Vida , el
sonido de la Mano
Única, es la Unidad
infinita, debido a que todo lo que está en ella es aceptado de una manera
absoluta, la entrega que cada cosa recibe de la Vida , es también absoluta, en cada pequeña parte
del universo está la Vida
en su totalidad, esto es lo que permite que una sola bacteria pueda poblar la
tierra, el universo. Esto hace imposible que algo pueda ser poseído o pueda
poseer algo. El perro no es solamente la misma naturaleza del Bhudha, Es, el Bhudha.
¿Cómo puede poseer o dejar de poseer su naturaleza propia?
Dios en Su
entrega y aceptación absoluta, entrega a Su hijo, el Universo, el legado del
libre albedrío y con ello la responsabilidad y libertad de crear su propia
forma en Él. En Su aceptación y entrega indiscriminada, el Universo y cuanto lo
componemos, tenemos la libertad de crearnos a nosotros mismos y la
responsabilidad de lo que podamos haber creado, esto es, nosotros y nuestras
vidas. Cualquier cosa que creemos, será integrada en el Vacío sin ser
discriminada.
Las
religiones han expresado de muchas maneras a lo largo de nuestro tiempo este
devenir del VACÍO en Vacío y Universo, cada persona ha expresado de la forma
que ha podido, una experiencia propia acerca de si mismo y de la vida, esto ha
dado origen a tantas religiones que creemos diferentes y que en el fondo hablan
de lo mismo.
Un origen
atemporal, algo que acoge y donde cabe todo, amor infinito, aceptación y
entrega y que con el tiempo, al ser explicado y realmente entendido, nos llenará
de fe, seguridad y conocimiento, nos imbuirá con la verdad, ofreciéndonos el
camino único a la salvación.
Este ser la verdad y estar llenos de algo es lo que nos
impide aceptar o recibir la verdad, la realidad, el regalo de ser Vida.
Es la
Ley Universal “Nada puede poseer o ser poseído, todo tiene el
libre albedrío, todo y cada individualidad Es la Naturaleza de Dios, el
Vacío”
En la
existencia tenemos la responsabilidad de lo que creamos, en la no existencia la
responsabilidad de crear nuestra inexistencia y en ambas ser y aceptar su
realidad, ambas existencia e inexistencia son VACÍO.
Nos atemoriza
este concepto de ser vacío, quizás porque nuestra idea de vacío es la de
ausencia de todo, incluso de vida. Nunca lo vemos como un Vacío que acepta y se
entrega a todo, el cual en su infinito amor siendo Nada, no modifica a lo que
se entrega o acepta.
Es en este
vacío en el que vuelan los aviones, en Él flotan las constelaciones y los
universos. No siendo capaces de vivirlo así, nos aferramos a la rama de la
materia y colgando del precipicio somos preguntados a cada instante por la
verdadera naturaleza del Bhudha. Nuestro miedo nos impide ser libres soltando
la rama, ¿Cómo podríamos caer al vacío del precipicio, cuando nuestra realidad
es ser Vacío?
En la mente vacía cabe todo conocimiento nuevo,
en la habitación vacía podemos poner los muebles y cosas que deseemos, en el
vacío universal flotan todos los mundos, en el Alma Vacía no puede crecer el
odio, la avaricia, la envidia y sobre todo el peor de los pecados, la
indiferencia. El Alma Vacía es unitaria, todo lo que acoge se transforma en
unidad, ya sea Todo o la más pequeña de las partículas, su unidad es siempre
absoluta. Es la tierra donde nunca nace la infelicidad.
Este artículo fue publicado anteriormente el 4-10-13
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