“Toda causa
tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la Ley;
la suerte no es más que el nombre que se le da a una ley no conocida; hay
muchos planos de causalidad, pero nada escapa a la Ley”.
La
causa y el efecto tienen su existencia en el tiempo y por tanto en la dualidad.
No siendo posible su manifestación: “En el Ser que existe en el Aquí y Ahora,
en el Todo, que no hay opuesto o igualdad que permita la dualidad, o en el
Vacío, donde no puede existir la potencialidad de la Dualidad, incluso es
anterior al Todo.
Publicado anteriormente en el 2014.
Independientemente
de que se conozcan los principios o no, esta es una de las leyes más conocidas
de los principios herméticos. Enseña que todo efecto tiene su causa, y
toda causa su efecto. Afirma que nada ocurre casualmente y que todo ocurre
conforme a la Ley.
Nosotros
en ella observamos siempre, el aspecto de que cuando tienes o eres algo, es por
lo que has hecho anteriormente, que sería la causa. Esto no has llevado a la
casi obsesión, por ver los resultados de lo que estamos haciendo y olvidarnos
vivir el único momento en los que realmente somos lo que somos, “Ahora, Aquí”.
¿Qué somos
en ese momento? Todos los principios están, se manifiestan y son percibidos en
una dualidad aparentemente permanente, en el que el único que está también
aparentemente excluido de todas las leyes es el Todo. El Todo más que estar
excluido, Es las Leyes, los demás se manifiestan de acuerdo con esas Leyes con
las peculiaridades del Uno. El Uno, no puede ser causado o creado por el Todo,
puesto que por su Naturaleza, no puede tener deseo o voluntad de crear, no
pudiendo además percibirse a sí mismo, sabiendo entonces de su existencia como
Uno, con lo cual sería el Efecto Original y primera Causa del resto de los
universos, que a su vez serían, efecto de los siguientes.
Lo que es
particular de esta Ley es, que si miramos detenidamente, todo va a ser algo,
como consecuencia de lo que está sucediendo, y lo que está sucediendo es a su
vez, consecuencia de lo que ha sucedido anteriormente. Esto todos lo sabemos,
es por ello, que lo que somos es, lo que hay entre una causa y un efecto, entre
el pasado y el futuro, en un “Aquí y Ahora”.
Es erróneo
pensar, que nosotros, el universo que somos, los universos en los que formamos
parte, son el efecto de algo solamente. En realidad somos la propia Ley, causa
y efecto, pero en el aquí y ahora, representamos el pensamiento creador de los
mundos duales, lo que hemos sido, ha creado lo que somos y lo que somos, creará
lo que seremos, en donde lo más importante es ese “somos” (Dios, el Todo es el
Ser), que es nuestra realidad, en un tiempo en el que hemos dejado de ser
efecto y todavía no somos causa, esa es la realidad de lo que somos, “Aquí y
ahora”.
Para casi
todos los que se manifiestan hermetistas o buscadores de la verdad, todas estas
Leyes sirven para dominar, controlar o alcanzar objetivos más elevados en su
opinión, mirando solamente su aspecto de dualidad. Este es el principal motivo
por el que permanecemos aferrados a los mundos duales de: una frecuencia
vibracional u otra, de una mente más o menos dual, en una posición más o menos
alta, más o menos positiva, o que pensemos que controlamos la causa o el efecto
por ser los que dirigimos en lugar de ser dirigidos.
El número
de universos, incluso en nosotros es infinito; el número de universos que
forman un átomo es infinito. Todos somos efecto del resto de universos por
encima y por debajo del nuestro, y todos somos la causa de todos los universos
por encima y por debajo del nuestro. Es por ello por lo que el único que tiene
una existencia real, por no estar creado o ser creador, es el Todo, incluso el
Uno Causa Original de todos los Universos, se diluirá en su Ser Todo.
Los
maestros obedecen, la Ley de causación de los planos superiores y creen regir
en su propio plano, tratando de ser los dirigentes, los que controlan los
efectos. El Maestro, acepta las Leyes
hasta ser uno con Ellas, para no vivir controlando, ni controlado, e
integrándose en el Uno, antesala de la disolución en el Todo.
Es por las
enseñanzas de los maestros, y nuestra comodidad de seguir solamente la letra de
las enseñanzas, por lo que todavía nuestro objetivo en la vida es el de: “Conseguir
lo que deseamos, destruir o eliminar lo que no nos gusta, hacer las cosas por
las recompensas que queremos obtener, determinar cómo queremos ser
recompensados, corrigiendo y arreglando todo lo que la Vida, Dios, el Todo, el
Creador, han hecho mal”. Esta es la dualidad de que el amor, solamente crea
amor, el odio, odio, con lo que lo primero que estamos es ignorando las Leyes,
todas ellas, que nos dicen que Todo existe y se manifiesta en la Dualidad que
expresa al Uno.
El Todo no
puede manifestarse en la negatividad, por su Naturaleza de Ser Amor, pero en
los mundos duales es imprescindible su opuesto aun siendo lo mismo, por lo que
tenemos que amar hasta ser Amor, Todo, para poder salir de la dualidad.
Una de las
razones para la enseñanza de Jesús, fue la de erradicar la ley que era usada en
la antigüedad por el entendimiento de las Leyes, “Ojo por ojo, diente por
diente”, bien por bien, mal por mal. La Vida
solamente manifiesta el Bien del Amor, es nuestro uso y nuestra intencionalidad
las que crean el mal.
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